Fue sin duda uno de los más fantásticos actores de las décadas de 1980, 1990 y 2000. Su muerte conmovió no sólo a sus colegas de actuación, sino también a millones de admiradores a lo largo de todo el planeta. La partida de Robin Williams deja además la triste secuela de una vida repleta de excesos, tan típica de las exitosas estrellas del cine.
Luego de conocerse las sentidas palabras de su hija, quien lo despidió con muy tristes palabras, trascendió también la carta que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, le dedicó a su admirado actor. Tal fue el impacto que provocó su deceso.
Pero su muerte también sirve para reabrir un viejo -pero no por eso vencido- debate en torno a los excesos que provoca en algunas ocasiones la fama, el dinero y la exposición pública. Y Williams tenía muy claro eso. Tanto lo sabía que en ocasión de separarse de quien fuera su primera esposa -Valerie Velarde-, el artista lanzó una irónica frase que quedará grabada como una sentencia de su propia vida.
"La cocaína es la manera que tiene Dios de decirte que estás ganando demasiado dinero", declaró en esa época el actor que se hizo famoso en la serie "Mork & Mindy" (1978). Fue en este periodo de fama cuando el artista comenzó a relacionarse con las drogas y el alcohol.
Fue el propio Williams quien relató cómo vivió esos primeros años de excesos, en una larga entrevista que concedió al diario español ABC. "Mi vida pasó entre la cocaína y el alcohol. Era parte de la fama", sentenció en 2006.