"No consideramos posible desplazar columnas rusas en el territorio de Ucrania. El contenido del convoy podría pasar un puesto fronterizo ucraniano y ser cargado en un vehículo del Comité Internacional de la Cruz Roja. No aceptaremos que (la ayuda humanitaria) esté acompañada por el ministerio ruso de situaciones de emergencia o por militares rusos", afirmó este martes el jefe adjunto de la presidencia ucraniana, Valéri Tchaly, en conferencia de prensa.
El político ucraniano subrayó que los 280 camiones que forman parte del convoy ruso llegarán sólo hasta la frontera entre ambos países, tras lo cual "la responsabilidad sobre su envío" a la zona del conflicto armado entre las fuerzas de Kiev y los separatistas prorrusos correrá a cargo de Ucrania.
A su vez, el vocero del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko, aseguró que las más de 2.000 toneladas de carga humanitaria reunida por los moscovitas y los habitantes de la región de Moscú para el este de Ucrania no cuentan aún con la certificación de Kiev.
"Hasta que no se tome la decisión sobre la cantidad, el destino y la ruta de la carga humanitaria a Ucrania, no habrá lugar para ésta", dijo Lisenko en rueda de prensa.
Al respecto, Tchali explicó que la ayuda rusa deberá pasar por el control aduanero en la zona de tránsito entre los dos países.
El ex presidente ucraniano Leonid Kuchma afirmó hoy que la ayuda enviada por Rusia entrará en Ucrania por un paso fronterizo de la región de Járkov, controlada por las autoridades del país.
Sin embargo, Lisenko precisó que se trata tan sólo de una ruta orientativa, pendiente aún de la decisión final del gobierno de Kiev.
El ex mandatario, que forma parte del denominado grupo de contacto para la crisis de Ucrania como delegado del gobierno ucraniano, también aseguró que el destino de la carga humanitaria será la ciudad de Lugansk, controlada por los separatistas prorrusos y cercada desde hace semanas por las fuerzas ucranianas.
Alrededor de 250.000 de sus 420.000 habitantes que siguen en la ciudad, según las autoridades oficiales de Kiev, no tienen agua ni luz ni gas, y padecen además una alarmante escasez de alimentos.
La ayuda rusa
Las autoridades rusas informaron de la salida este martes de una columna de camiones con ayuda humanitaria desde Naro-Fominsk, ciudad satélite de Moscú, hacia el este de Ucrania.
La ayuda humanitaria, transportada en 280 camiones, incluye 400 toneladas de cereales, 100 toneladas de azúcar, 62 toneladas de alimentos para niños, 54 toneladas de medicinas, 12.000 sacos de dormir y 69 generadores eléctricos de diversa potencia.
El lunes el presidente de
, Vladimir Putin, le había comunicado a Barroso el envío de un
Durante la conversación telefónica, "se destacó que la parte rusa envía a Ucrania un convoy humanitario en cooperación con representantes de la
informó el Kremlin en un comunicado.
Putin subrayó "las catastróficas consecuencias de la operación militar de las autoridades de Kiev en las regiones del sureste de Ucrania y la necesidad de una urgente entrega de ayuda humanitaria en la zona de conflicto".
Barroso, sin embargo, advirtió en nombre de la Unión Europea a Putin contra cualquier acción en Ucrania, "aunque sea humanitaria". El titular de al Comisión Europea "expresó su preocupación por la concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania", precisó la Comisión en un comunicado.
Poco antes, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, aseguró que Moscú había consensuado con las autoridades ucranianas la puesta en marcha de una misión humanitaria bajo los auspicios de Cruz Roja Internacional.
"Espero que esta acción humanitaria se haga realidad muy pronto bajo los auspicios del Comité Internacional de Cruz Roja. Hemos consensuado todos los detalles con las autoridades de Ucrania. Espero que nuestros socios occidentales no nos pongan trabas", indicó.
La Unión Europea dejó hoy claro que sólo dará su apoyo a una misión humanitaria en el este de Ucrania si ésta recibe el visto bueno de Kiev y está encabezada por las Naciones Unidas.
El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, propone una misión humanitaria internacional en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk sin la presencia de un contingente militar, como ya se lo explicó el domingo a la canciller alemana, Angela Merkel.
"Nuestra postura es firme. Cualquier incursión, incluso si se llama humanitaria, es una invasión y ésa es una línea roja que ningún Estado puede cruzar", dijo Poroshenko a la líder alemana.
Esos convoyes humanitarios entrarían en territorio ucraniano a través de las secciones de la frontera controladas por Kiev, tras lo que serían escoltadas exclusivamente por fuerzas gubernamentales.
Los Estados Unidos, la UE y la OTAN han advertido en los últimos días a Rusia contra una intervención humanitaria en el país vecino tras la nueva concentración de tropas en la frontera, extremo que Moscú niega rotundamente.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados señaló la semana pasada que al menos 730.000 ucranianos han huido de su país para refugiarse en Rusia desde que comenzó el conflicto en el este de Ucrania.