Sam Crowther desarrrolló una aplicación que permite elegir una foto en su dispositivo como contraseña a un servicio y luego la transmite como una clave muy larga. Para ser exactos, tiene 512 caracteres de longitud.
El programa fue presentado en la reunión de ciberseguridad PasswordsCon que se realizó en Las Vegas.
Para el joven australiano "es fácil recordar una foto específica, pero es improbable que un extraño tenga acceso a tu dispositivo y sepa cuál foto elegiste", especialmente si guardas cientos de ellas en tu dispositivo.
De acuerdo a CNN Money, Crowther, de 18 años, se ha abstenido de comenzar la universidad para lanzar su emprendimiento de contraseñas con imágenes, uSig. Su lema: "Una imagen dice más que mil contraseñas".
Actualmente, la mayoría de las personas se registran en diversos servicios con claves fáciles de adivinar y utilizan la misma en todas las plataforma, pero la única alternativa para recordar decenas de contraseñas complejas.