En febrero, María Eugenia Ritó decidió internarse en una clínica de rehabilitación para superar su adicción a las drogas y en marzo, antes de comenzar el Bailando 2014, siguió con un tratamiento ambulatorio, pero a varios meses de haber comenzado su batalla, un polémico video la muestra en mal estado.
Cronistas de la Revista Pronto la encontraron la semana pasada en la esquina de Sucre y Miñones a las dos de la tarde. Estaba junto a tres hombres, uno de ellos era su diseñador de modas. Cuando enfrentó la cámara, quiso contar su itinerario nocturno y no pudo. "¿De dónde venimos?", le preguntó a uno de sus acompañantes.
Actitudes extrañas y corridas en el medio de la calles son algunas de las cosas que pueden verse en las imágenes captadas por la publicación semanal. Además, mostró dificultades para hablar con claridad. "Yo me fumaría un porro", fue otra de las frases que dijo la bailarina.
Ella no tenía problemas en dar la nota, pero quería un par de anteojos de sol. Pensó en ir hasta su casa para conseguirlos. Cuando un amigo se los prestó, antes de ponérselos habló de su estado: "¡Uf! ¡Qué mal que estamos!", agregó. En la revista, que estará en los kioscos el martes por la noche, habrá un informe sobre todo lo que pasó en esa larga jornada que vivió Ritó.
Antes de mostrar esas imágenes, Desayuno Americano puso una nota que le realizaron en Ideas del Sur luego de su participación en la pista del Bailando 2014. "Estoy muy bien, muy tranquila", aseguró en ese momento como si lo de la semana pasada no hubiera existido. Su lucha contra las drogas comenzó en el verano 2014 cuando reconoció que había pasado cinco días encerrada en su casa consumiendo cocaína.