La de este jueves podría ser una jornada clave en el marco de la batalla judicial que enfrenta el país con un grupo de acreedores de bonos en default que no aceptaron ingresar a los dos canjes de deuda. Y es que, para beneplácito del gobierno de la presidente Cristina Kirchner, el principal fondo demandante podría pedirle al juez Thomas Griesa que reponga el amparo, una medida que reclama la Argentina para cumplir con el fallo que favoreció a los holdouts.
En la víspera de la audiencia que hoy mantendrán las partes con el mediador Daniel Pollack, los abogados del demandante habrían estado dando forma a un escrito en el que le pedirían al juez Thomas Griesa la extensión del stay (suspensión de los efectos de la sentencia) hasta fin de año, de acuerdo a lo consignado por el diario La Nación.
Y es que de reponerse el amparo, los holdouts no podrían embargar los fondos argentinos destinados al pago de la deuda reestructurada (tampoco el país caería en default porque estaría cumpliendo con sus obligaciones) y, a la vez, permitiría que caduque la cláusula RUFO, el talón de Aquiles para la Argentina.
Ocurre que de violarse esa cláusula (es decir, que el país le pague a los fondos buitres antes del 31 de diciembre la suma que estableció Griesa, la cual es superior a lo acordado con los bonistas que aceptaron los dos canjes de deuda) abriría las puertas para que ese 92% de tenedores de títulos reestructurados con una quita del 70 por ciento gatillen una catarata de demandas en reclamo de que el Gobierno mejoró la oferta que les hizo en 2005 y 2010 y la equipare con la de los holdouts.
Pero este cambio de estrategia de NML Capital, del multimillonario Paul Singer, no sería gratis. A cambio de la espera para poder cobrar su deuda recién a partir de 2015, le pediría al juez de Nueva York que la Argentina formalice su compromiso de negociación no sólo verbalmente, sino que también deposite una suma de dinero como garantía de que efectivamente hay voluntad de acordar.
Fuentes oficiales especulaban ayer por la tarde con que el escrito sería presentado hoy mismo en el juzgado de Griesa para que la cuestión quede en manos del magistrado lo antes posible. Las mismas fuentes coincidían en que si el pedido lo presentan los fondos buitres no habría razones para que el magistrado no haga lugar a la solicitud, publica el matutino.
Y añaden que esta novedad llegó ayer a oídos del Gobierno, y la duda ahora se centraría en torno del dinero que la Argentina debería depositar no como garantía de pago sino como reaseguro de que la negociación seguirá hasta enero, cuando ya no rija la cláusula RUFO.
Se cree que los fondos buitres pedirían una importante suma de dinero para que quede inmovilizada hasta 2015. El Gobierno podría contraofertar una suma menor, y en eso estará la primera parte de la negociación.
Hoy llegará a Nueva York la delegación que envió el Gobierno para concurrir a las oficinas de Pollack y negociar por primera vez con el mediador y los representantes de los fondos especulativos en la misma mesa. Las dos anteriores audiencias habían sido sólo con el hombre designado por Griesa para mediar.
Los secretarios de Finanzas, Pablo López; de Legal y Técnica, Federico Thea (ambos del Ministerio de Economía); y la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona, viajaron con la idea de pedirles a los acreedores que aporten un seguro por el equivalente a los 120.000 millones de dólares que, dicen en el Ejecutivo, se necesitarían si se disparara la cláusula RUFO.
Argentina ya giró el pago del bono Discount para la deuda reestructurada al Banco de Nueva York (BoNY), pero los fondos quedaron bloqueados por Griesa, quien en su sentencia obliga al gobierno argentino a pagarles de manera simultánea a los fondos especulativos que litigaron en su corte y a los bonistas del canje.
"No sé cuál será el término, porque las calificadoras y los técnicos siempre encuentran un término para disfrazar lo que pasa. Aquí Argentina pagó y alguien lo bloqueó y no deja que el pago llegue a los bonistas que entraron al canje de buena fe", reiteró ayer la presidente Cristina Kirchner.
En un acto en General Rodríguez, la jefa de Estado mencionó un planteo que había sugerido el Ministerio de Economía el martes, y que tendrá lugar hoy en las consideraciones que hagan los enviados del Gobierno ante Pollack. Se trata de la posibilidad de requerir a los fondos que tomen un seguro financiero y cubran los riesgos y los costos de una eventual aplicación de la claúsula RUFO. "Si no aplica, como ellos dicen, que nos den un seguro y nosotros quedamos cubiertos", apuntó la mandataria.