El brillante desempeño que tuvo jugando para la selección de Colombia durante el Mundial, en el que además fue el goleador del torneo con cinco tantos, despertó el interés de los principales clubes del planeta por contratar a James Rodríguez. Y su desembarco en uno de ellos, el Real Madrid, fue apenas cuestión de días.
La casa blanca española pagó 80 millones de euros (el equivalente a casi 108 millones de dólares) por el crack del país cafetero y lo recibió con honores durante la tarde del martes en el estadio de la capital española. Cerca de 30.000 simpatizantes, 10.000 de ellos de la comunidad colombiana, le dieron la bienvenida al nuevo "galáctico".
"Es un sueño hecho realidad", manifestó el joven de 23 años, que comenzó a jugar profesionalmente en el Envigado de su país a los 14 años y luego triunfó en el argentino Banfield, el portugués Porto y en el Mónaco de la liga francesa.
James lucirá el dorsal número 10 y será socio de Cristiano Ronaldo y otras estrellas a partir de esta temporada 2014/15. Ya es parte del gigante español y último campeón de Europa, tras un fichaje de los más caros de la historia.
Tal fue la emoción de Rodríguez que, además de la alegría que se le notó dentro del campo de juego durante la presentación, también aprovechó su paso por el
el inolvidable momento: