Con sus frecuentes visitas a Mendoza y San Juan para conquistar al electorado cuyano, Mauricio Macri parece haber incorporado un concepto surgido de la industria vitivinícola que podría servirle para su proyecto de país: la "malbequización de la economía".
En un artículo escrito a través de medium.com, una nueva red social pero que se asemeja más a un blog que a Facebook o Twitter, el jefe de Gobierno de la Ciudad se refirió a la mutación del consumo de vino en la Argentina, un país que dejó de tomar cantidad pero pasó a elegir calidad, y que hizo que los productores de la vid debieran adaptarse a las nuevas exigencias, implementando un nuevo enfoque sobre sus productos que resultó sumamente exitoso, porque les abrió el mercado hacia otros países.
Macri recuerda que "hace 40 años", los argentinos tomaban mucho vino "común". Casi dos litros por semana, precisa. Pero en la actualdad -dice- sólo consumen medio litro por persona cada siete días. Lo que también cambió, sin embargo, fue "el gusto" de los consumidores locales. Ante ese cambio de paradigma vitivinícola, el alcalde porteño señala que los productores debieron reaccionar. ¿Cómo hicieron? Así lo explica:
"Desde los años '80, los bodegueros cuyanos dejaron de producir mucho vino barato y empezaron a producir menos vino, pero mejor y más caro. Como no podían seguir confiando en la cantidad, hicieron un esfuerzo por mejorar la calidad. Y en lugar de buscar seducir sólo a sus compatriotas, decidieron que se iban a convertir en exportadores. Redescubrieron el malbec, una uva a la que pocos le habían prestado atención, contrataron enólogos expertos y crearon con el tiempo una red de conocimiento e innovación que produjo vinos sofisticados y exitosos en la Argentina pero también en países como Estados Unidos, Gran Bretaña y Rusia, donde están considerados entre los mejores del mundo", dice Macri.
A partir de esa premisa es que plantea la posibilidad de que el resto de los sectores de la industria puedan aplicar el mismo cambio, para multiplicar las ventas y expandir el mercado al extranjero: "¿Puede la transformación del vino ser imitada por otros sectores? Creemos que sí. Creemos que la Argentina puede malbequizar, si existe la palabra, su economía".
"En Argentina hay cientos de industrias que fabrican productos baratos y de calidad razonable -escribió el líder de Pro-. Ofrecen, además, empleo a mucha gente y son importantes en los lugares donde están asentadas. Algunas son innovadoras y están integradas a las cadenas internacionales de producción. Otras, en cambio, todavía creen que sus productos sólo son buenos para vender en el país o que necesitan refugiarse de la competencia extranjera. Estas son probablemente las que más necesitan malbequizarse", recomienda Macri. Y sostiene que para ello deberían "enfocarse menos en el precio que en la calidad, invertir en máquinas pero también en diseño y en innovación, encontrar lugares en el mundo que no sean sólo el pago propio".
Por último, opina que para lograr ese cambio en la economía será necesario contar con el apoyo del Gobierno. "A quienes estén dispuestos a hacer este recorrido, que puede ser difícil y desconcertante, el Estado debería ser capaz de darles una mano y ayudarlos a caminar la transición. A malbequizarse", finalizó.