La subsecretaria de Estado adjunta para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, lamentó el incidente y condenó el accionar de los Castro a través de varios mensajes en su cuenta de Twitter: "100 @DamasdBlanco detenidas ayer en #Cuba. Detenciones arbitrarias son violaciones de derechos humanos. #DDHH", escribió la funcionaria en español, tras un tuit en inglés en el que subrayó que "la protesta pacífica no justifica el arresto".
"Condenamos fuertemente el uso continuo de estas tácticas de intimidación del gobierno cubano para silenciar a sus críticos e interrumpir concentraciones pacíficas", señaló la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, en un comunicado.
Los Estados Unidos urgió a Cuba a que "acabe con estas prácticas y respete los derechos humanos universales de los ciudadanos cubanos".
A su vez destacó el "valor" de las Damas de Blanco, que buscaban conmemorar de manera pacífica un nuevo aniversario de las muertes ocurridas a bordo del remolcador "13 de marzo", "sumergido por el gobierno cubano hace 20 años".
El 13 de julio de 1994, la embarcación, de propiedad estatal y sustraída por decenas de personas que querían huir de Cuba, fue embestida y hundida por cuatro barcos del Gobierno cubano, lo que ocasionó la muerte de 37 personas.
La diáspora cubana calificó el hecho de "masacre" y acusó al régimen castrista de autorizar a la tripulación de algunos de sus barcos a perpetrar el hecho, mientras que las autoridades cubanas han sostenido que se trató de un accidente.