Miles de palestinos huyeron el domingo de sus viviendas del norte de la Franja de Gaza tras los bombardeos nocturnos y las amenazas israelíes de intensificar la ofensiva contra el grupo terrorista de Hamas, pese a los llamados a un alto el fuego.
La aviación lanzó panfletos instando a los habitantes a evacuar "inmediatamente" sus casas antes del mediodía (9 GMT), en previsión de bombardeos masivos en el sexto día de la campaña denominada "Barrera Protectora", que ya dejó 166 muertos y más de mil heridos, en su mayoría civiles, según un balance de la ONU.
"Los panfletos piden a los residentes que se alejen, por su propia seguridad, de los activistas de Hamas y de los lugares donde operan", indicó el ejército. La amenaza no forma parte de una campaña "psicológica" y "debe tomarse en serio", subrayó el general Moti Almoz, portavoz de las fuerzas armadas israelíes.
En coche, en burro, en carretas de caballos o a pie, la población abandonaba el lugar llevándose algunas pertenencias, comprobaron periodistas de la agencia AFP.
Muchos habitantes no vieron los panfletos, pero decidieron partir después de una noche de pesadilla. "Hubo tantos bombardeos que nadie podía dormir, era aterrador", cuenta Farid, uno de los refugiados, en referencia a las incursiones aéreas del sábado, que dejaron 56 muertos, en el día más letal de la campaña militar.
Unas cuatro mil personas hallaron asilo en escuelas administradas por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA). Y los palestinos con pasaportes de otros países fueron autorizados por las autoridades israelíes a salir de la Franja de Gaza, un exiguo y paupérrimo territorio de 360 km2 y 1,2 millones de habitantes.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu prometió el domingo proseguir la ofensiva "golpeando a Hamas cada vez con más intensidad" y acusó al movimiento islamista de usar a los civiles como "escudos humanos".
Israel, manifestó Netanyahu en consejo de ministros, seguirá "actuando con sangre fría, firmeza y responsabilidad para (...) restablecer la calma por un largo periodo golpeando a Hamas y a las demás organizaciones terroristas".
"No sabemos cuándo terminará la operación, puede llevar mucho tiempo", agregó, pese a la creciente presión internacional para poner fin a la ofensiva.
Desde el martes pasado, Hamas ha disparado más de 800 cohetes contra el territorio israelí, que dejaron una decena de heridos, pero sin ocasionar víctimas mortales. Este mismo domingo, la defensa antiaérea israelí destruyó dos cohetes disparados desde Gaza antes de que cayeran en Tel Aviv, según indicó el ejército.
Primera incursión terrestre
El ejército israelí ha movilizado a 40.000 reservistas y desplegado tanques y piezas de artillería junto a la frontera con la Franja de Gaza y hace días que amenaza con una operación terrestre de envergadura en la zona, bombardeada por aire y por mar.
Un comando de la marina israelí desembarcó el domingo en una playa de Gaza para atacar una lanzadera de cohetes. "La misión se ha llevado a cabo correctamente", anunció un portavoz militar, que precisa que cuatro soldados resultaron heridos leves en tiroteos.
La rama militar de Hamas, las brigadas Ezedin al Qasam, confirmó que "se produjeron tiroteos intensos" con "soldados de la marina sionista" que intentaban penetrar en el noroeste del enclave.