Se presentó como una alternativa a la vieja política española, pero resultó estar financiado por los petrodólares del caudillo venezolano Hugo Chávez. Se trata de Pablo Iglesias, quien durante años vendió al régimen chavista los servicios de su fundación para poder solventar sus aspiraciones personales.
Ahora, Iglesias volvió a mostrarse a favor de unos de los pilares de Chávez: el control de los medios de comunicación. Y lo hizo al defender la ley mordaza que impuso Rafael Correa en Ecuador. "Los medios de comunicación, por lo menos una parte, tienen que tener mecanismos de control público", afirmó Iglesias.
"¿Por qué no va a existir una regulación que garantice la libertad de prensa en el mejor sentido del término, sin condicionantes de empresas privadas o de la voluntad de partidos políticos? La sociedad civil tiene que verse reflejada con independencia y veracidad en los medios de comunicación", argumenta débilmente el eurodiputado en una entrevista reproducida por el diario español El País. La tesis de Iglesias es la misma que utilizaron los principales gobiernos populistas de América Latina, desde Venezuela a la Argentina, para someter a la prensa libre e independiente
Sin embargo, el joven político aliado de Chávez no especifica cómo sería ese control. "La gestión de la información no puede depender únicamente de hombres de negocios y su voluntad por permitir la libertad de expresión", añade, sin reconocer que fueron los medios tradicionales quienes lo hicieron conocido para la opinión pública española.
La idea de Iglesias fue transmitida en un libro -Conversaciones con Pablo Iglesias, de Jacobo Rivero-, en uno de cuyos capítulos se refiere a la gestión del control de los medios de comunicación. "Lo que mucha gente no imaginaba es que nuestra intervención en los medios era una cosa muy reflexionada, no dependía de nosotros, pero llevábamos años preparándonos para eso", dijo el hombre financiado por Chávez.
"Son mucho más importantes las tertulias en televisión que los debates en el Parlamento. Los debates en el Parlamento ya no los sigue nadie; además, son debates que son mentira, no debaten realmente, está todo pactado", concluye Iglesias.
Hace pocos días, durante una tertulia en un hotel internacional en Madrid, Iglesias fue increpado por un familiar de una víctima de la represión del régimen venezolano. La respuesta que intentó el ex proveedor de Chávez fue tímida e irónica para alguien a cuya hija golpeó la policía de Nicolás Maduro.