El choque armado se registró en el municipio de Tlatlaya, en el sur del Estado de México, cuando los efectivos fueron agredidos por desconocidos, según informaron fuentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana estatal. Los 22 fallecidos son civiles, presuntamente miembros del cártel de La Familia Michoacana. Las mismas fuentes dijeron que entre las tropas castrenses hay un efectivo herido.
El choque armado se produjo a primera hora del lunes, de acuerdo con las fuentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, en una región del Estado de México próxima al de Guerrero, cuando los militares realizaban un patrullaje.
Los miembros de las fuerzas de seguridad fueron atacados desde un costado de la carretera en la que se desplazaban. Las autoridades han incautado 24 armas largas y 11 cortas. Tres camionetas quedaron abandonadas al borde de la ruta.
Hace un par de meses, el gobierno de Enrique Peña Nieto reforzó con militares y policías federales las zonas más violentas del país, incluido el Estado de México, que es el más densamente poblado del país y tiene una importante actividad industrial. Pero los índices delictivos no parecen ceder.
Más de 90.000 personas han muerto desde inicios de 2007, cuando el entonces presidente Felipe Calderón lanzó una batalla frontal contra el crimen organizado, lo cual provocó la fragmentación de los grupos, su extensión por todo el país, así como la diversificación de sus actividades delictivas.