Según los cómputos de los ministerios de la Salud, Interior y Defensa, un total de 1.922 personas murieron en junio, entre ellas 1.393 civiles, 380 soldados y 149 policías.
Irak vive la ofensiva de yihadistas sunitas que proclamaron la creación de un califato en las zonas bajo su control en Irak y Siria. El anuncio de la instauración del califato, que pone en peligro la continuidad de las fronteras actuales, podría provocar la cólera de la comunidad chiíta mayoritaria en Irak y en el vecino Irán, así como reacciones alarmistas en los países occidentales y en los países árabes considerados moderados.
En Irak, el anuncio se produce cuando las fuerzas iraquíes intentan retomar las regiones conquistadas por el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) durante una rápida ofensiva lanzada el 9 de junio.
Este grupo, que se hace llamar de ahora en más "Estado Islámico", advirtió que todos los musulmanes del mundo tenían el "deber" de jurar lealtad a su jefe, Abu Bakr al Baghdadi, proclamado califa, según una grabación audio difundida en internet el domingo, primer día de ramadán.
Reacción de Estados Unidos
Estados Unidos dijo este lunes que las declaraciones de los extremistas sunitas sobre la creación de un "califato islámico" en los territorios que controlan en Irak y Siria "carecen de significado".
"Ya hemos visto este tipo de fórmulas" empleadas por el Ejército Islámico en Irak y el Levante (EIIL), comentó la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki. "Esta declaración carece de significado para las poblaciones de Irak y Siria", declaró. "El EIIL sólo trata de controlar a la población mediante el terror".
La Casa Blanca dijo que la ofensiva de los radicales islamistas en Irak había supuesto "una campaña de terror con brutales actos de violencia y represión ideológica, que supone una gran amenaza para el futuro de Irak".
"El EIIL no está luchando por un Irak más fuerte. Está luchando para destruir Irak. Y es por eso que esta administración está trabajando estrechamente con los dirigentes iraquíes para convocarlos a la unidad del país mientras combaten este peligro existencial", dijo el vocero John Earnest.
El califato, cuyo jefe representa el sucesor del profeta Mahoma como "emir de los creyentes" en el mundo musulmán, es un régimen que desapareció tras el desmantelamiento del Imperio Otomano.
El Estado Islámico marcó la pauta con el anuncio del califato. "Musulmanes (...) rechacen la democracia, la laicidad, el nacionalismo y el resto de basuras de Occidente. Vuelvan a su religión", apuntó su vocero Abu Mohamad al Adnani, en una grabación.
El ejército rodea Tikrit
Los combatientes del EIIL luchan también contra sus ex aliados de la rebelión siria y contra el régimen de este país, donde han creado en Raqa (norte) una "capital" muy organizada y controlan también una gran parte de la provincia de Deir Ezzor (este), en la frontera con Irak, y algunas partes de Alepo.
En Irak, la ofensiva de los insurgentes sunitas, que ha dejado más de mil muertos, según Naciones Unidas, y miles desplazados, cuenta con el apoyo de los ex oficiales de Saddam Hussein, de grupos salafistas y de algunas tribus.
Los yihadistas controlan sectores de la provincia de Saladino (norte), así como Mosul, segunda ciudad de Irak, gran parte de la provincia de Nínive (norte), otros sectores de la provincia de Diyala (este), Kirkuk (norte) y Al Anbar (oeste).
Para ayudar al ejército iraquí en su contraofensiva contra los insurgentes, Rusia entregó cinco aviones de combate Sukhoi, mientras que Estados Unidos envió drones y expertos militares.
En el marco de esta contraofensiva, en la que participan miles de soldados apoyados por la aviación, el ejército rodeaba este lunes la ciudad de Tikrit (160 kilómetros al norte de Bagdad), feudo del dictador derrocado en 2003 tras una invasión estadounidense, Saddam Hussein.