"Las tasas tienen que converger porque el paralelo y las situaciones que se han creado son absolutamente inconvenientes", dijo el hombre fuerte del gobierno de Nicolás Maduro en economía.
De todos modos, por el momento no es más que una promesa. Rafael Ramírez no precisó en qué valor se ubicará la divisa estadounidense unificada, ni tampoco se animó a establecer una fecha.
Sólo se limitó a decir que "será un sistema que dará resultados adecuados y convenientes para la economía", según informa El Nacional.
La falta de precisiones hace dudar a muchos analistas de la efectividad que pueda tener el nuevo sistema para controlar la crisis cambiaria que vive Venezuela desde que se exacerbó el control de cambios y la escasez de dólares. A esto se suma que el ministro consideró que los mecanismos empleados hasta el momento fueron positivos y que los nuevos irán el mismo sentido.
Actualmente existen en Venezuela dos formas de conseguir moneda extranjera: los SICAD (Sistema Complementario de Administración de Divisas) I y II. Ambos suponen un complejo entramado de subastas que otorgan las divisas a un precio de equilibrio.
Pero que más allá de sus particularidades, no han dado resultado, ya que la mayor parte de las empresas que deben comprar dólares para adquirir los insumos importados necesarios para producir no están pudiendo acceder a ellos. Como consecuencia, se paraliza la producción y se profundizan la recesión y la escasez.
Sin embargo, Ramírez sostuvo que el procedimiento que reemplazará a los dos vigentes tiene una lógica similar a éstos. "Es lo que hemos hecho hasta ahora con los sistemas complementarios, que probablemente atienden a una situación coyuntural, pero ahora vamos a resolver el tema cambiario con algo permanente y dinámico".
Por otro lado, al referirse a una de las causas de la falta de dólares en la economía, que es el rendimiento decreciente de las exportaciones de PDVSA, no dio señales de que evalúen hacer cambios para que la petrolera recupere el dinamismo que tenía antes de la expropiación. Cuando se le preguntó por la posibilidad de aumentar el precio del combustible, dijo que es una opción que "está en discusión", pero que no harán "nada que perjudique al pueblo".
A la importancia del desmanejo de PDVSA para entender la crisis económica venezolana se había referido el ex ministro de Planificación Jorge Giordani en una dura carta que hizo pública tras su salida del gobierno. Como era de esperar, Ramírez, que es también ministro de Petróleo y Minería, rechazó esas críticas.
"A mí no me verán escribiendo una carta de nada. Nosotros somos profundamente leales al comandante Hugo Chávez y profundamente leales al presidente Nicolás Maduro. No somos ingenuos, estamos en el medio de una guerra contra nuestro pueblo y socialismo, y no nos vamos a prestar a que nada de eso confunda al pueblo", dijo.
"Es lamentable, sobre todo porque hemos tenido responsabilidad en la conducción de un área específica y debemos asumirlas.
antes de trasladar la culpa a otros, en este caso al presidente Nicolás Maduro.
", agregó.