Otras 60 mujeres y niñas y 31 niños han sido secuestrados de varios pueblos en el nordeste de Nigeria, según testigos.
Las fuerzas de seguridad negaron que se hubieran producido los secuestros. El Gobierno y el Ejército nigerianos han sido muy criticados por su lenta respuesta al secuestro de más de 200 alumnas de escuela, capturadas el 15 de abril.
No había forma de confirmar de forma segura e independiente las noticias de Kummabza, a 150 kilómetros (95 millas) de Maidiguri, capital del estado de Borneo y sede de un estado de emergencia militar que no ha logrado frenar los ataques casi diarios de combatientes de Boko Haram.
Aji Jali, miembro de un grupo local contrario a Boko Haram, dijo el martes que los secuestros se habían producido el sábado, en un ataque en el que murieron cuatro vecinos.
Boko Haram ha pedido la liberación de miembros del grupo encarcelados a cambio de sus rehenes.
El Gobierno insiste en no dar crédito a las versiones sobre Boko Haram
La operación de rescate de las niñas raptadas en abril parece haber llegado a un punto muerto. El Ejército nigeriano ha dicho saber dónde se encuentran, pero teme que sus secuestradores las maten si se emprende una acción militar.
El caso ha importunado a los políticos del país, en muchos casos concentrados en las elecciones presidenciales de febrero de 2015. La primera dama, Patience Jonathan, y otros partidarios, han afirmado que las noticias sobre el secuestro de abril son una invención para desacreditar el gobierno de su esposo.
Un comité presidencial que investigaba el secuestro insistió la semana pasada en que sí se había producido y precisó el número de estudiantes secuestradas. Había 395 jóvenes en la escuela, de las que 119 escaparon durante al asedio y otras 57 lograron huir en los primeros días de su secuestro, dejando a 219 sin localizar.