La organización internacional Human Rights Watch (HRW) afirmó en un informe que adolescentes de hasta 15 años son enviados al campo de batalla, mientras que hay menores de 14 en tareas de apoyo de grupos terroristas yihadistas que operan en Siria.
Como ejemplo, cita al Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), que a través de campañas de escolarización gratuitas, incorporó a menores, a los que ha entrenado en el uso de armas y les ha encomendado misiones como atentados suicidas.
En el texto, HRW documenta los casos de 25 niños y adolescentes que han sido combatientes del Ejército Libre Sirio (ELS), el Frente Islámico, el EIIL, el Frente al Nusra -filial de Al Qaeda en Siria- y las fuerzas de seguridad kurdo sirias.
Se desconoce a ciencia cierta el número de menores que luchan con los grupos armados en Siria. Pero en junio de 2013, el Centro sirio para la Documentación de Violaciones (CDV) reportó un total de 194 muertes de varones menores de edad "no civiles" desde septiembre de 2011.
Los entrevistados por HRW han participado en actos de violencia como francotiradores o espiando al enemigo y como guardas en los puestos de control, atendiendo a los heridos en el campo de batalla o en tareas logísticas como el transporte de municiones a los frentes de guerra.
Los menores se unieron a los grupos armados por varias razones: muchos siguieron a sus parientes o amigos adultos, mientras que otros estaban viviendo en medio de los combates sin recibir ningún tipo de educación.
Algunos habían participado en las protestas contra el régimen de Bashar Al Assad en el inicio del conflicto, que comenzó hace tres años, y esto los motivó a unirse a la lucha. Otros, en cambio, "habían sufrido" previamente en manos del Gobierno, según explica HRW.
Todos los entrevistados son varones, aunque la ONG recordó que las fuerzas del partido kurdo sirio de la Unión Democrática (PYD) y su milicia, las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo, han alistado a muchachas para vigilar los puestos de control y patrullar.
"Los grupos armados sirios no deberían abusar de menores vulnerables, que han visto asesinar a sus parientes, bombardear sus escuelas y destruir sus comunidades, reclutándolos en sus filas", dice la autora del informe, Priyanka Motaparthy, investigadora de HRW en derechos de los menores en Medio Oriente.
En el documento, se recoge la experiencia de Mayed, un joven de 16 años, que luchó para el Frente al Nusra en Deraa, al sur del país. Esa organización armada proporcionaba educación gratuita en la mezquita de la localidad, que incluía entrenamiento militar y prácticas de tiro.
De acuerdo con Mayed, los comandantes del Frente al Nusra pedían a adultos y menores que se enrolaran para cometer atentados suicidas. "A veces algunos se presentaban como voluntarios y les respondían 'Alá te ha elegido'", aseguró.
Algunas formaciones han adoptado pasos para acabar con el reclutamiento de menores, como la Coalición Nacional Siria, principal alianza política opositora, que apoya al ELS. En marzo, la coalición se comprometió a cumplir con la legalidad internacional, lo que incluía evitar la incorporación y la participación de los menores en las hostilidades.
HRW señaló que todos los grupos armados en Siria deberían comprometerse públicamente a prohibir el reclutamiento y el uso de niños y adolescentes y a retirar a todos los menores de 18 años de sus fuerzas.