Después de los desmanes causados ayer por un grupo de 200 hinchas que intentaron ingresar al Maracaná sin entradas la policía brasileña dio hoy un ultimátum.
Los 85 fanáticos detenidos durante los disturbios previos al encuentro en el que Chile venció por 2 a 0 España recibieron la orden expresa de las fuerzas policiales de abandonar el país en un máximo de 72 horas.
Antes de que comience el encuentro que concluyó con la descalificación de España y con una mítica victoria chilena, un violento grupo de hinchas chilenos buscó ingresar al estadio del Maracaná por la fuerza. En el intento, destrozaron las puertas del centro de prensa, causaron desmanes en el lugar y algunos llegaron corriendo hacia la zona de las gradas.
Según información difundida por la FIFA, los encargados de la seguridad del estadio rápidamente lograron controlar la situación arrestando a 85 personas de las 200 que participaron de los incidentes.
Los fanáticos fueron dejados en libertad en la noche del miércoles, después de permanecer presos durante 8 horas en las cuales fueron indagados por la policía. Son varios los delitos que pesan contra ellos.
Luego del incidente, la FIFA pidió a la policía local reforzar la seguridad de los estadios, para evitar futuros episodios de este tipo.