Una bomba dejó 21 muertos tras estallar el martes por la noche en un centro donde se habían congregado los fanáticos del fútbol para ver el partido entre Brasil y México en pantalla gigante, en la ciudad de Damaturu, en el nordeste de Nigeria.
"Aconsejamos a los nigerianos que eviten al máximo los centros de retransmisión de los partidos", declaró Frank Mba, vocero de la policía, a la AFP. Varios campos deportivos han sido atacados en los últimos tiempos en el país africano.
Los atentados no han sido reivindicados, pero las autoridades atribuyen su autoría al grupo islamista Boko Haram, cuyo jefe Abubakar Shekau ha descrito, en numerosos videos, el fútbol como una perversión occidental destinada a alejar a los musulmanes de la religión.
Mba precisó que cada estado era competente para ordenar el cierre de los centros de retransmisión de partidos en pantalla gigante, como ya ocurrió en los de Adamawa (nordeste) y Plateau (centro).
"No pedimos una prohibición total, queremos sobre todo sensibilizar al público para que tome sus decisiones conscientemente", añadió la policía, que aboga por instaurar medidas para mejorar la seguridad en el norte, como la creación de zonas peatonales de entre 50 y 100 metros en torno a los centros de retransmisión para impedir los atentados con coche bomba.