La doble crisis, económica y política, que atraviesa la República Bolivariana es cada vez más profunda e irreversible. Con la producción cayendo en picada, los precios subiendo sin parar y los anaqueles de los supermercados semivacíos por la escasez, se empieza a convertir en un país inviable.
Ante el avance de las protestas por la mala praxis gubernamental, la única respuesta que atinó a dar el gobierno de Nicolás Maduro fue la represión más cruenta de la que se tenga recuerdo en Venezuela. Así, a la debacle económica se sumó una inestabilidad política inédita en los 15 años de chavismo.
Este oscuro panorama fue trazado por el Bank of America Merrill Lych en su informe más reciente sobre la situación del país. El 30% de caída en la imagen presidencial es su dato más revelador, ya que evidencia el escaso crédito que le queda a Maduro para revertir la crisis.
Lo que más sorprende a los analistas de la entidad financiera es la resistencia de la administración Maduro a realizar cambios en la política económica, que al menos le permitan asomar la cabeza fuera del agua.
Que ante una caída sostenida de la producción manufacturera por la falta de competitividad, y una inflación que se acelera mes a mes, el gobierno aumente el gasto público en vez de disminuirlo, no tiene explicación. Sin embargo, si se compara el período enero-mayo de 2014 con los mismos meses de 2013, el crecimiento fue de 79%, muy superior al del año anterior.
Bank of America destaca que el gobierno sólo ha anunciado el ajuste de las tarifas de los boletos aéreos a la tasa del Sicad II, pero ni siquiera la ha aplicado.
"El precio de la gasolina no parece ser una prioridad y el gasto del gobierno central ha aumentado en términos reales", dice el informe.
"Si bien el equipo a cargo de las políticas macroeconómicas parece compartir la misma dirección, no queda claro si está articulado con el equipo que impulsa la política microeconómica", agrega.
La única luz que encuentra Bank of America en su análisis es que parte de los funcionarios gubernamentales reconocen los errores cometidos. "Los ministros se muestran abiertos a reconsiderar decisiones que han perjudicado la productividad de las empresas".
Algunas alternativas que estarían siendo analizadas para aminorar el gasto y mejorar la eficiencia de la economía es el desarrollo de empresas mixtas y otros tipos de alianzas con el sector privado, según informa El Nacional. El objetivo primordial sería reactivar la alicaída producción.
El interrogante es si podrán convencer de cambiar a Maduro y al ala dura del chavismo. Según la banca estadounidense, eso sería posible debido a la sucesión de fracasos que han provocado las posturas más extremas.
"La resistencia a liberar el tipo de cambio y las distorsiones en los precios
", concluye.