Holanda se tomó revancha del 2010 y destrozó a una España desorientada

"La venganza es un plato que se come frío", marca aquel proverbio del Siglo XVIII. Y Holanda dejó enfriar el plato durante cuatro largos años para poder tener un desquite con tranquilidad y realizarlo con todas las luces. En el 'Fonte Nova' de Salvador de Bahía, España, último campeón, debutó en el Grupo B ante Holanda, a quien venció en la Final de Sudáfrica 2010.

El partido más atractivo de la fase de grupos del Mundial de Brasil se dio en el juego que abrió la acción de la zona que además tiene a Chile y Australia como participantes. Holanda, con la 'sangre en el ojo', se tomó revancha de aquel 1-0 en Johannesburgo y le dio una verdadera paliza al seleccionado defensor del título: lo vapuleó 5-1.

El campeón defensor arribó a Brasil con la base del equipo que se consagró en tierras africanas. También con la misma intención de juego. Desde el primer minuto, basó su estilo en la posesión de pelota en mitad de cancha. Holanda, replegada, se dedicó a esperar e intentar hilvanar una contra. El equipo de Del Bosque fue ampliamente superior durante la primera etapa y desperdició demasiadas oportunidades.

La referencia de área Diego Costa, silbado por el público brasileño por su decisión de nacionalizarse español, tuvo la pólvora mojada y el campeón logró abrir el marcador gracias a una error arbitral. Xavi filtró el balón de manera genial para el "Lagarto" que se tropezó al intentar superar la marca de Stefan de Vrij; el árbitro italiano Nicola Rizzoli no dudó y cobró un inexistente penal que Xabi Alonso cambió por gol.

España dominó hasta el último minuto del primer tiempo y mereció ampliar el marcador. Pero en la última, de Vrij visualizó desde la mitad de la cancha a Robin Van Persie y lanzó el balón largo al área. El hombre del Manchester United se tiró de palomita y envió la pelota por encima de la resistencia de Iker Casillas para poner un inmerecido empate.

Ese golpe fue certero y cambió el desarrollo del encuentro. La "Furia Roja" sintió el 'mazazo' y entró 'dormida' al complemento. Pocos minutos después del inicio, Arjen Robben bajó el balón dentro del área, controló, enganchó, midió y remató para marcar el segundo de la tarde.

Desde ahí, todo fue caída libre. La 'Naranja mecánica' dominó el juego desde la actitud y el último campeón nunca pudo reponerse. El ejemplo de la impotencia fue el cabezazo de Costa a Bruno Martins Indi, que el juez optó por dejar pasar.

Casillas se convirtió en el triste protagonista del encuentro cuando Wesley Sneijder tiró un centro desde la derecha y él, al calcular mal, permitió a de Vrij empujar el tercer tanto del partido. Un rato después, el arquero del Real Madrid volvió a fallar, Van Persie se la robó y puso el 4-1.

Para el final quedó al descubierto la incapacidad de España y Robben se volvió a lucir: corrida fenomenal desde mitad de cancha, arrastrando hasta adentro del área a un desesperado Sergio Ramos. Casillas salió, pero su ex compañero lo puso en ridículo al enganchar, dejándolo tirado en el suelo para colocar el 5-1 final. ¡Paliza!

España: Iker Casillas; César Azpilicueta, Sergio Ramos, Gerard Piqué, Jordi Alba; Xabi Alonso, Sergio Busquets; David Silva, Xavi Hernández, Andrés Iniesta; y Diego Costa. DT: Vicente Del Bosque.

Holanda: Jasper Cillessen; Daryl Janmaat, Stefan de Vrij, Ron Vlaar, Bruno Martins Indi, Daley Blind; Nigel de Jong, Jonathan de Guzman; Wesley Sneijder; Robin Van Persie y Arjen Robben. DT: Louis Van Gaal.

Árbitro: Nicola Rizzoli (Italia)

Estadio: Fonte Nova (Salvador de Bahía)