El papa Francisco, durísimo contra los políticos corruptos: "Su corazón está podrido"

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 Reuters 162
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El sumo pontífice fustigó también a los traficantes de personas, de armas y a los que explotan el trabajo infantil, a los que llamó "mercaderes de la muerte". "Deberán rendir cuentas a Dios", afirmó

Tras dos días de reposo, Jorge Bergoglio retomó este miércoles sus tareas y su prédica contra los males del mundo moderno. En un mensaje especialmente duro, no ahorró críticas contra las desviaciones de los funcionarios públicos: "Los políticos corruptos no serán felices en el más allá porque su corazón está podrido", sentenció.

"¿Ustedes creen que los corruptos, los traficantes de seres humanos y los fabricantes de armas son verdaderamente felices?", preguntó el Papa a la multitud reunida como todos los miércoles en la plaza San Pedro para participar de la audiencia pública semanal. Y él mismo respondió: "No lo son. Deberán rendir cuentas a Dios, y no podrán llevarse al más allá su poder, su dinero, su orgullo y su vanidad".

Denunció también la explotación que padecen "decenas de millones de niños" a manos de "mercaderes de la muerte". "¡Decenas de millones! –exclamó- viven obligados a trabajar en condiciones degradantes, expuestos a la esclavitud y los abusos. Deseo vivamente que la comunidad internacional extienda la protección social a los menores para erradicar esta plaga".

No es la primera vez que Francisco dedica su mensaje a advertir a los corruptos, pero en esta ocasión fue particularmente severo.

Sin embargo, pese a la gravedad de sus palabras, el Papa lucía sereno y reposado, recuperado del cansancio por la intensa agenda del fin de semana –cuya actividad central fue la plegaria por la paz con los presidente de Isarel y Palestina, el domingo- y del golpe de calor que no pudo evitar debido al tórrido verano italiano.

El Papa dijo también que el temor a Dios, uno de los dones del Espíritu Santo, "no quiere decir tener miedo a Dios, que es nuestro padre y nos ama, sino la actitud de quien deposita su confianza en Dios y se siente protegido como un niño por su papá".

Abrir el alma, "para que la bondad y la misericordia de Dios vengan a nosotros", permite llegar a ser "cristianos convencidos, entusiastas, que no se someten al Señor por miedo, sino porque han sido conmovidos y conquistados por su amor", dijo Francisco.

"El temor de Dios es también una alarma para quien va por mal camino", dijo, en referencia a los políticos corruptos, los traficantes de personas, los que explotan el trabajo esclavo, sobr todo infantil, y "los que fabrican armas para fomentar guerras".

"Cuando una persona vive en el mal, (...) cuando explota a los demás, cuando los trafica, cuando sólo vive para el dinero, la vanidad, el poder o el orgullo, entonces el santo temor de Dios nos pone en alerta: ¡atención! Con todo este poder, con todo este dinero, con todo tu orgullo, con toda tu vanidad, no serás feliz. Ninguno puede llevarse consigo al otro lado ni el dinero, ni el poder, ni la vanidad, ni el orgullo. ¡Nada!", advirtió el Papa, quien suele apelar sobre esto a un dicho popular aprendido de su abuela: "La mortaja no tiene bolsillos".

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