La Justicia chavista emitió órdenes de captura contra tres opositores por "plan magnicida"

La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, confirmó el pedido de arresto de Ricardo Koesling, Pedro Burelli y Diego Arria. Se trata de la misma causa por la que indagarán a la antichavista María Corina Machado

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La fiscal afirmó que los planes de magnicidio no sólo incluyen a Maduro, sino también a otros funcionarios, y tienen como objetivo causar caos en el país. "No podemos permitir que se atente contra la vida de altos funcionarios del Estado", dijo Ortega Díaz.

El diario venezolano El Universal difundió que la funcionaria chavista se negó a mostrar pruebas adicionales del presunto plan. Lo que si agregó Ortega Díaz es que también se pedirán a la Interpol sus capturas.

"Hay otras medidas que también hemos adoptado en el marco de la investigación, pero se trata de información clasificada, no vamos a informarla en este momento, pero ya tomamos otras acciones", afirmó.



Diego Arria fue gobernador de Caracas y presidente del Consejo de Seguridad de la ONU. En las últimas elecciones presidenciales de Venezuela, presentó su precandidatura por la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática. Pedro Burelli fue director externo de Petróleos de Venezuela (PDVSA). Vive en los Estados Unidos desde hace una década. Y Ricardo Koesling es secretario de Finanzas del Partido Piensa en Democracia (Piedra) y es comisario jubilado de la Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip).



La fiscal chavista recordó que se trata de la misma causa por la que declararán otros líderes antichavistas. El próximo 16 de junio fue citada la ex diputada María Corina Machado y el 17, la dirigente estudiantil Gabriela Arellano.

Días atrás, la Justicia chavista le negó la libertad a Leopoldo López, el jefe opositor que ha protagonizado las movilizaciones. Las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro comenzaron el 4 de febrero en Táchira. En un principio, exigían mayor seguridad tras el intento de violación de una estudiante en una universidad. Rápidamente, esa lucha contagió al resto del país, que amplió los reclamos a mayor apertura democrática y una solución para la evidente crisis económica que atraviesa Venezuela (con una inflación anual de 53% y un índice de desabastecimiento que roza el 70%).


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