La batalla entre la Argentina y los holdouts está llegando a momentos decisivos. Este mes podría ser clave para la suerte del Gobierno: si la Corte Suprema de EEUU decide tomar la segunda apelación argentina, lo que estiraría unos meses más el resultado del juicio (que claramente será desfavorable) y le otorgaría algún margen de negociación al Ministerio de Economía.
Lo que empezó a circular entre distintos banqueros y abogados en Nueva York, es la intención de Elliott Management (la compañía que tiene a NML, uno de los fondos que litigan contra el país) de ejercer aún más presión si -como se cree- la Corte condena a la Argentina y ésta decide alguna maniobra exótica para evitar pagarles.
De lo que se está hablando en estas horas, algo bastante fácil de realizar por Elliott, es pedir el embargo de los pagos del primer vencimiento de deuda con ley Nueva York que caiga posterior al hipotético fallo. En ese caso, el título indicado a rastrear por los fondos buitre es el Discount en dólares. Ese bono paga u$s900 millones el 30 de junio en concepto de intereses. Ese plazo calzaría perfecto para la estrategia de los holdouts, que esperan novedades a partir del día 12.
"Queda clara la intención del gobierno argentino de no querer pagar. Si todas las cartas fallan, y la Corte ni siquiera pide la palabra del procurador general de EEUU., no habrá otra cosa que una sentencia a favor de los fondos. Y eso acelerará todos los tiempos", indicó a Infobae el operador de un banco neoyorquino con asiduos contactos en el mundo holdout.
El panorama es simple. El mejor escenario para el Gobierno sería que la Corte acepte tomar el caso, y le pida al procurador general de EEUU su intervención. El procurador tiene cinco meses para enviarle su intervención. Por lo tanto, toda decisión de la Corte pasaría para el 2015 (año en el que ya no corre la claúsula RUFO que impide una mejora a los holdouts en desmedro de quienes aceptaron los canjes).
Pero nadie (ni los abogados que representan al país) saben si obtendrán ese "milagro". Por eso no se descarta una resolución rápida este mes. Está claro que desde el Ministerio de Economía la postura fue "esperar" y no avanzar en medidas que puedan amortiguar un fallo en contra.
Los plazos corren. Si la Corte falla en contra -sea porque decide no tomar el caso- y la Argentina decide no pagarle a los holdouts, el primer vencimiento que se vería afectado sería el mencionado Discount. El país no ingresaría directamente en default. Tiene treinta días de waiver (perdón en la jerga financiera) para cancelar ese vencimiento. En ese plazo, las alternativas son pagar o reflotar -como empezó a trascender- un canje para virar los pagos desde Nueva York a Buenos Aires.
Si el canje es obligatorio se ingresaría directamente en cesación de pagos. No "técnico", default total. Porque incumplir las condiciones de emisión (como donde se paga el bono) gatilla el default. Sin planes en Economía, la única alternativa para evitar el default es pagar de alguna manera a los fondos y acelerar las negociaciones aún verdes con los bancos que ofrecieron actuar como intermediarios entre el Ejecutivo y los acreedores.
Por lo pronto, los acreedores se relamen con algún movimiento que les permita ejercer más presión. Y el vencimiento del Discount, a fin de mes, parece ser la estrategia más efectiva si la justicia de EEUU sentencia al país. ¿Qué hará el Gobierno? Según Bulltick Capital Markets, un banco de inversión estadounidense, "hay una creciente probabilidad de que el Gobierno argentino termine por pagarle a los holdouts, una opción es mediante bonos por el pago a Repsol".
"Las autoridades han interiorizado claramente que una recuperación de la cuenta de capital es una necesidad para que el actual modelo económico sobreviva, de ahí su decisión de convertirse en cada vez más pragmático en la gestión económica", dice -optimista- Alberto Bernal León de Bulltick.
Por lo pronto, falta poco para ver qué carta termina jugando el Gobierno.