El barrio Ludueña de Rosario quedó en el centro de la escena mediática debido a una grave denuncia realizada por tres menores de edad que declararon que fueron víctimas de apremios ilegales tras ser detenidos por gendarmes. Aseguraron que los martirizaron para que revelaran nombres de supuestos integrantes de una banda narco.
Todo ocurrió durante la madrugada del lunes, cuando los adolescentes se dirigían al velorio de un chico de 16 años que había fallecido el domingo tras recibir un disparo de escopeta por la espalda en un episodio no esclarecido; en un momento determinado, los chicos fueron interceptados por efectivos de seguridad que procedieron a identificarlos y los detuvieron.
Los jóvenes denunciaron –revela Rosario3– que fueron sometidos a un violento interrogatorio que incluyó una serie de castigos severos y humillantes; entre ellos señalaron que los obligaron a manipular vidrio molido, al tiempo que los gendarmes les pateaban las manos.
El nivel de violencia fue in crescendo: los detenidos aseguraron que los gendarmes les quemaron las zapatillas y les dieron una paliza brutal por negarse a tomar un arma calibre 22 que estaba en poder de los uniformados.
La encargada de realizar la denuncia fue la madre de una de las víctimas, que se presentó en la Comisaría 12 para dejar asentado lo que sucedió. La acusación se fortalece porque un jerarca de la fuerza de seguridad habría admitido que hubo "errores" en el procedimiento e incluso ofreció comprar zapatillas nuevas para los jóvenes.
Anta la gravedad del hecho, el caso pasó a la Secretaría de Derechos Humanos de la Municipalidad de Rosario y a la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes.