El máximo líder de las FARC, Timoleón Jiménez, alias "Timochenko", intentó despegarse de los vínculos entre la guerrilla y el narcotráfico, un punto que es discutido con los negociadores del gobierno de Colombia en La Habana. "Nos hemos encontrado, porque hemos vivido en las mismas áreas, donde se produce la coca, donde están narcotraficantes, donde hacen sus negocios, pero la relación nunca ha sido la mejor", aseguró en una entrevista publicada este lunes en el blog de las FARC.
El jefe de la agrupación, que desde hace 50 años mantiene un conflicto armado con el Estado colombiano, sostuvo que los narcotraficantes son "enemigos". "Ellos no creen (en aquello) por lo que nosotros estamos luchando", argumentó. "Los conocimos porque nos mataron a varios de nuestros cuadros. Donde nos hemos encontrado y ellos han tenido una actitud menos agresiva es por la fuerza, por el interés en el negocio de ellos, no de nosotros. Es más, yo personalmente soy de la tesis de que el narcotráfico nos ha atrasado el desarrollo de nuestro proceso", continuó.
"La lucha interna que nosotros tenemos que librar en las zonas de narcotráfico para que nuestros guerrilleros no se dejen absorber por los valores que promociona el narco es muy grande. Con algunos guerrilleros la perdemos y son guerrilleros que se pierden para la lucha; por eso digo que es incompatible. Lo he dicho varias veces: es mucho más fácil que un revolucionario se vuelva narcotraficante que que un narcotraficante se vuelva revolucionario", afirmó.
Las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos iniciaron un proceso de conversaciones en noviembre de 2012 y han avanzado en tres de cinco puntos de una agenda bilateral, uno de los cuales es la búsqueda de una solución al problema del narcotráfico. Los otros dos son la cuestión agraria y la participación política. Quedan pendientes el abandono de las armas y la reparación de las víctimas, además del mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo de paz.