El joven musulmán detenido bajo sospecha de haber sido el autor del ataque al Museo Judío de Bruselas, Bélgica, Mehdi Nemmouche, se radicalizó durante una de sus muchas estancias en prisión, y luego de su salida en diciembre de 2012 pasó más de un año en Siria. Aquí se cree que entabló contacto con las organizaciones extremistas Estado Islámico de Irak y el Levante, según informó el fiscal de Paris, François Molins, en conferencia de prensa.
De 29 años y nacionalidad francesa, cuenta con un extenso prontuario criminal: fue condenado siete veces por robo y encarcelado cinco veces, la última de ellas desde noviembre del 2007 hasta diciembre del 2012.
Nemmouche fue arrestado el viernes en la estación Saint-Charles de Marsella en un autobús procedente de Ámsterdam, vía Bruselas que la policía revisó en un control aleatorio en busca de posibles drogas.
Entre sus pertenencias se hallaron un fusil Kalashnikov, un revolver, munición, una cámara GoPro y una gorra similar a la usada por el tirador del museo, que asesinó a tres personas y dejó a una cuarta gravemente herida.
En la cámara, había un video de 40 segundos de duración en el que el autor, al que solo se le oye la voz, reivindica el atentado de la capital belga y explica que realizó la filmación porque su cámara no funcionó durante el ataque.
Nommouche se encuentra detenido provisionalmente por asesinato, tentativa de homicidio y posesión de armas con fines terroristas, y su arresto podría prolongarse hasta el jueves. Molins declaró que no se sabe si planeaba cometer algún atentado en Francia, o si viajaba hacia un tercer país.
La abogada del detenido, Soulifa Badaoui, afirmó que Nemmouche no era alguien "anclado en la delincuencia", sino una persona "con problemas familiares" que, cuando ella le representó, en 2009, no mostraba ningún interés por la religión y las armas.