Los sindicatos de la cadena pública surcoreana KBS iniciaron este miércoles una huelga indefinida para pedir la destitución del presidente de la emisora, al que acusan de manipular las noticias sobre el naufragio del ferry Sewol por orden del gobierno.
Tras diez días en los que parte de los trabajadores han boicoteado los informativos de la cadena en una huelga parcial, finalmente las dos organizaciones sindicales que los representan han optado por declarar oficialmente el paro total.
Los sindicatos, que cuentan con el apoyo mayoritario de los trabajadores, habían amenazado con la huelga indefinida en caso de que hoy la junta directiva fracasara en aprobar una moción presentada por los representantes de la oposición para destituir al presidente Gil Hwan-young.
La junta decidió hoy, finalmente, posponer una semana la votación sobre la citada propuesta, lo que ha desencadenado la acción de los sindicatos.
La huelga en KBS podría afectar a la programación de la mayor y más representativa cadena de televisión de Corea del Sur, en la que trabajan más de 5.000 empleados.
La tensión en el ente público, en el que los sindicatos son muy activos y mantienen constantes luchas con la dirección, se desató a mediados de mes después de que un ex director de informativos revelara que el Gobierno ordenó manipular información en el telediario.
El ex director Kim Si-gon acusó a la Casa Presidencial de haber exigido directamente al presidente de KBS que vetara las noticias negativas y creara otras positivas sobre el gobierno y la jefa de Estado, Park Geun-hye, en lo relativo al hundimiento del ferry Sewol en el que murieron 304 personas.
Kim acusó al presidente Gil de acatar las órdenes directas de Presidencia y hacer efectiva la manipulación de los informativos, en la cadena que pagan los surcoreanos con sus impuestos.
Desde que el 16 de abril ocurrió el trágico suceso se multiplicaron las críticas al Gobierno por su mala gestión y cayó en picado la confianza de la ciudadanía en su jefa de Estado, lo que según los sindicatos de KBS llevó al Ejecutivo a manipular la información para mejorar su imagen en el principal medio nacional.