No son para nada alentadores los distintos índices que viene presentado el gobierno de Venezuela desde la llegada de Nicolás Maduro al poder. Una inflación del 56,2% -la más alta de la era chavista-, una escasez del 25,3%, y una creciente ola de inseguridad son los principales focos que desnudan el debilitamiento del régimen venezolano.
A esto, se le debe sumar el registro de pobreza extrema que reveló el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el pasado fin de semana, en el que se indica que este déficit pasó de 7,1% en el segundo trimestre de 2012 a 9,8% en el mismo período en 2013.
Con estos datos, un total de 737.364 venezolanos se suman así a la franja de pobreza extrema, que ya oscila los 2.791.292 en una población de un poco más de 30 millones de habitantes.
Esto marca un fuerte retroceso en los últimos años de la era Hugo Chávez, que se acentuó aún más durante este año de gestión de Nicolás Maduro. El Censo de 2011 arrojó que un 6,97% de los venezolanos se encontraban en pobreza extrema, lo que reflejaba un fuerte crecimiento en la lucha contra la pobreza durante esa década, ya que diez años antes, en 2001, ese registro era de 11,36% de la población.
La expansión del gasto público y el incremento de la factura petrolera fueron algunos de los ingredientes que permitieron que varios hogares de Venezuela salieran de esa condición, según consigna El País.
Además, el INE agrega que el número de hogares en pobreza extrema creció de un 6% a un 8,8% en apenas un año. Este dato representa un total de 189.086 familias más que carecen de los recursos necesarios para adquirir la canasta alimentaria.
Incluso ese registro fue aún mayor en junio de 2013, a pocos meses de haber asumido Maduro la conducción del país, cuando el número llegó al 11% -dato que no se registraba desde el primer semestre de 2006-.
"La devaluación de la moneda en febrero de 2013 (de 4,30 bolívares a 6,30 bolívares por dólar), la interrupción en el suministro de servicios básicos y la escasez de productos alimenticios y de uso personal, entre otros, inciden, sin duda, en el aumento de la pobreza en el país reflejadas en el informe presentado por el INE", indicó Provea, una organización defensora de los derechos humanos.
A pesar de que el gobierno siga negando las distintas crisis que afronta, estos datos son una de las máximas pruebas de lo que está sucediendo en Venezuela. La economía se encuentra paralizada, con una actividad privada prácticamente paralizada por los duros controles cambiarios impuestos por el chavismo.
A su vez, 96 de cada 100 que ingresan provienen del sector petrolero, mientras que las exportaciones distintas del crudo casi han desaparecido.
A pesar de que Venezuela depende en su mayor parte del petróleo, el gobierno de Maduro no ha logrado incrementar la producción de crudo.
"Se aprobaron 20.000 millones de dólares a través de Cadivi (una desaparecida oficina estatal encargada de aprobar las solicitudes de divisas a las empresas y los particulares) que nunca ingresaron al país. ¿Dónde están los enchufados que se los robaron?", fustigó el ex candidato presidencial, Henrique Capriles Radonski a través de Twitter, en referencia a los datos de pobreza extrema revelados por la INE.
El pasado fin de semana, el presidente Maduro volvió a evitar cualquier tipo de crisis existente y, en su programa semanal, denunció nuevamente que su gestión está expuesta a una conspiración y a una guerra económica que impide que pueda crecer la oferta de alimentos. Mostrando, una vez más, que el Gobierno seguirá desconociendo los problemas que atraviesa el país.