Los cadáveres de Leandro Soplan (22), Rocío Borello (19) y Alejandra Teruggi (17) yacían ayer alrededor de las 10 en una casa situada en el establecimiento rural "Los Carpinchos", de Cuartel IV, en el mencionado distrito del sudeste bonaerense.
Los efectivos de la Jefatura Departamental Necochea fueron alertados por el padre del joven sobre la presencia en ese lugar de los tres cuerpos. El personal constató que las dos jóvenes tenían dos disparos de escopeta en el cuerpo cada una. Soplan tenía uno solo en la boca.
Según las fuentes, los investigadores establecieron que el joven era novio de Teruggi y que los tres habían estado ingiriendo bebidas alcohólicas.
Los pesquisas sospechan que Soplan, quien trabajaba como empleado en el predio, las asesinó tras una discusión y que luego se suicidó, ya que al costado de su cuerpo había una escopeta calibre 16 que será peritada por Policía Científica.
"Fue un hecho muy conmocionante", planteó la fiscal a cargo de la causa, Eugenia Quagliaroli. La letrada, que pertenece la fiscalía de Necochea, informó que a raíz de lo evaluado en las autopsias efectuadas anoche, el hecho "se trataría de un doble homicidio seguida de suicidio" del autor del crimen. "Esa es la hipótesis principal que tenemos", aseguró en declaraciones al canal TN.
Quagliaroli indicó que, de acuerdo a los testimonios brindados por los allegados de los jóvenes, se descartó que el motivo fuera un delito contra la propiedad. "Son familias modestas, no habían elementos que pudieran excitar la codicia. Tampoco había nada desordenado que nos podría suscitar una pelea o riña, sí se observaron vasos con bebidas alcohólicas", comentó la fiscal.
El hecho en principio se caratuló como "averiguación de causales de muerte". Además de los funcionarios judiciales, trabajaron en la escena del crimen efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) Necochea, de la Policía Comunal local y personal de Bomberos.
En octubre del año pasado, Lobería entró en conmoción cuando fueron asesinados en el parque municipal el intendente local, Hugo Rodríguez, y el director del Taller Protegido de esa ciudad, Héctor Alvarez. Por esos crímenes se encuentra detenido el ex funcionario loberense Julio César Aldecoa, acusado de matarlos a balazos y hachazos.