Primera etapa europea del tour 14 on Fire, el concierto en la capital noruega generó entusiasmo entre los aficionados de la banda en ese país y las 25.000 entradas vendidas a precios que oscilan entre los 115 y 310 euros (el equivalente a entre 157 y 422 dólares) se agotaron en apenas 13 minutos.
Los Rolling Stones suspendieron su gira mundial en marzo, cuando estaban por realizar su primer concierto en Australia, debido al suicidio de la conocida diseñadora estadounidense L'Wren Scott, que compartía la vida de Mick Jagger desde 2001, en su domicilio en Nueva York.
Con ella, Jagger había encontrado una aparente estabilidad emocional tras un alborotado pasado donde no faltaron mujeres despampanantes, como la polifacética Carla Bruni, la cantante Marianne Faithfull o la modelo Chrissie Shrimpton. Ni tampoco, según la leyenda, hombres entre los que se contaría el mismísimo David Bowie.
El músico volverá a sumergirse en la adrenalina de los shows junto a sus compañeros Keith Richards (guitarra), Ronnie Wood (bajo) y Charlie Watts (batería), integrantes del grupo de rock más longevo del planeta, fundado en 1962 y que hace dos años celebró los 50 años de su primer show en vivo.
La gira arrancó el 21 de febrero pasado en Abu Dhabi, donde la mayoría de las críticas sobre el espectáculo fueron positivas, y desde allí se trasladaron a Tokio, donde actuaron en el Tokyo Dome.
El icónico grupo, que vendió más de 200 millones de discos gracias a clásicos como (I Can't Get No) Satisfaction, Sympathy for the Devil o Gimme Shelter, ofreció otro recital en Singapur, el 14 de marzo, días antes del súbito fallecimiento de la diseñadora.
Después de Oslo, los Stones actuarán en Lisboa, Zurich, Tel Aviv, el Pinkpop Festival en Holanda, Berlín, París, Viena, Dusseldorf, Roma, Madrid y el TW Classic Festival de Bélgica, antes de regresar a Escandinavia a principios de julio donde por ejemplo se presentarán en el Festival de Roskilde, en Dinamarca.