Con unos 300.000 votos y un resultado del 1%, el NPD logró uno de los 96 escaños de los que dispondrá Alemania en la nueva asamblea, contra los 99 que tenía en la anterior legislatura.
El partido de extrema derecha se beneficia del sistema electoral germano para los comicios europeos, que pasó a la proporcional integral y que por lo tanto no prevé un umbral mínimo para conseguir un escaño.
Esta reforma también le permitió a otros pequeños partidos, como el conjunto de asociaciones Freie Wähler, afiliado a los Liberales europeos, el Partido para la Protección de los Animales, el Partido de la Familia o el Partido Pirata quedarse con un escaño cada uno.
El partido conservador de la canciller Angela Merkel CDU/CSU ganó las elecciones con el 35,3% de los votos (34 escaños), por delante de su socio de coalición, el socialdemócrata SPD (27,3%, 27 escaños). Estos últimos progresaron 6,5 puntos en comparación con 2009, cuando el CDU/CSU perdió 2,6 puntos.
El nuevo partido antieuro, el AfD, creado en 2013 y que aboga entre otros por una disolución del euro, confirmó sus buenos sondeos y consiguió el 7% de los votos, con lo que obtuvo siete diputados para el Parlamento Europeo, que cuenta con 751.
Con el 10,7% de los votos, los Verdes llegaron en tercer lugar de los comicios (11 escaños), por delante de la izquierda radical Die Linke, con el 7,4% (siete escaños).
El partido liberal FDP, antiguo aliado de Merkel en el Gobierno antes de las legislativas del otoño pasado (boreal), confirmó su derrumbe con apenas el 3,4% (tres escaños). En las últimas europeas habían conseguido el 11% de los votos.
La participación en Alemania fue del
según los resultados definitivos,
de los comicios de 2009.