Tal como adelantaron todas las encuestas, el presidente Juan Manuel Santos y el opositor Óscar Iván Zuluaga disputarán una segunda vuelta por la presidencia de Colombia. Con el 43,36 por ciento de las mesas escrutadas, Santos obtiene el 26,47%, mientras que Zuluaga va primero con el 28,80%. Clara López, la sorpresa de la jornada, está tercera con el 15,57%, seguida de Martha Lucía Ramírez (15,29%) y Enrique Peñalosa (7,85%).
Los primeros datos oficiales confirman que ninguno de los dos candidatos ha alcanzado los votos suficientes para alzarse con la victoria este mismo domingo. El 15 de junio se verán nuevamente cara a cara.
Los centros de votación para las elecciones presidenciales de Colombia abrieron el domingo, unos comicios en los cuales el presidente Juan Manuel Santos aspira a la reelección, con la que buscará concluir los diálogos de paz con las FARC.
Las urnas -a las que fueron convocados de forma voluntaria unos 32 millones de colombianos- abrieron a las 8 hora local (13 GMT) y cerraron a las 16 (21 GMT). Según la autoridad electoral el escrutinio alcanzará 90% de los votos unas cuatro horas después del cierre de las urnas.
A su vez, unas 89.389 mesas fueron instaladas en 10.642 puestos de votación, según la Registraduría Nacional de Estado Civil, organismo encargado de la logística electoral.
La última encuesta, divulgada hace una semana, anticipó que el presidente-candidato Juan Manuel Santos, de la coalición Unidad Nacional, y su más enconado rival, Óscar Iván Zuluaga, del movimiento uribista Centro Democrático, están técnicamente empatados en el primer lugar de la intención de voto.
Zuluaga obtendría el 29,5 % y Santos el 28,5 %, según el sondeo publicado por la revista Semana, que tiene un margen de error del 2,3 %.
También en empate técnico en el tercer lugar están los demás rivales, la izquierdista Clara López, del Polo Democrático Alternativo (10,1 %); Marta Lucía Ramírez, del Partido Conservador (9,7 %), y Enrique Peñalosa, de la Alianza Verde (9,4 %).
Confirmadas esas proyecciones, habrá necesidad de una segunda vuelta, pero está por verse el impacto que ha tenido en el electorado el escándalo que arreció en los últimos días por los vínculos de Zuluaga con el pirata informático Andrés Sepúlveda, detenido por la Fiscalía y acusado de acceder a información de inteligencia para sabotear el proceso de paz.
El diálogo con las FARC, que se celebra desde noviembre de 2012 en La Habana, ha arrojado ya acuerdos sobre tierras, participación política y drogas ilícitas, y los tres puntos de la agenda que faltan se concluirán en el mandato del próximo presidente, razón por lo cual el resultado de estas elecciones será trascendental para las negociaciones de paz.
Los candidatos han expresado que están dispuestos a mantener el proceso pero, con excepción de Santos, los demás han planteado la necesidad de hacer cambios en las condiciones en que se negocia, que van desde el cese el fuego bilateral que propone López hasta el fin de toda acción criminal por parte de las FARC que exigen Zuluaga y Ramírez.
Las bondades de la paz han sido corroboradas por los colombianos en la recta final de esta campaña en la cual las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el segundo grupo guerrillero del país, declararon un cese el fuego unilateral entre el 20 y el 28 de mayo para no interferir en las elecciones de mañana.
Uribe llegando al centro de votación
Esta medida ha permitido que por primera vez en más de tres décadas los colombianos puedan votar sin miedo a los ataques o atentados al proceso electoral que caracterizaron las últimas ocho elecciones presidenciales.
Salvo incidentes como un intento de las FARC de derribar torres de energía en el departamento de Antioquia (noroeste) a mitad de semana y un ataque con explosivos que no dejó víctimas en Unión Peneya, una localidad del Caquetá (sur), los días previos a las elecciones han transcurrido en calma.
De todas formas, el Gobierno puso en marcha el habitual "Plan Democracia" que incluye la movilización de 246.000 policías y militares para garantizar la seguridad en centros de votación y carreteras.