Tras ocho años, el Tedeum regresó a la Catedral Metropolitana. Si el kirchnerismo en su momento decidió trasladarlo a otros puntos del país por su molestia con el discurso del entonces arzobispo Jorge Bergoglio, este domingo al mediodía volvió a encontrarse con sus palabras. Quien las pronunció fue su sucesor, Mario Poli.
"Hoy el papa Francisco, un argentino nuestro, lleva al magisterio universal lo que tantas veces enseñó entre nosotros. Personalidades de todo el mundo y muchos argentinos fueron a verlo y seguramente escucharon estas palabras que tantas veces dijo: 'Cuando los líderes me piden un consejo, mi respuesta siempre es la misma: diálogo, diálogo, diálogo. El único modo de que una sociedad crezca, es la cultura del encuentro'", dijo.
Ante un público que incluyó a Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Daniel Scioli, entre otros, el arzobispo de Buenos Aires prosiguió con la cita del Sumo Pontífice: "Hoy o se apuesta por el diálogo, o se apuesta por la cultura del encuentro o todos perdemos".
Siempre con palabras del Papa, Poli destacó que el diálogo es "una cultura en la que todo el mundo tiene algo bueno que aportar". "El otro siempre tiene algo que darme cuando sabemos acercarnos con actitud abierta y disponible, sin prejuicios", apuntó.
El arzobispo indicó que ese "arte de la comunicación espiritual" tiene que tener esencialmente cuatro caracteres: la "claridad de palabras y de ideas", la afabilidad para dejar de lado el orgullo, la confianza en la palabra del interlocutor y la "prudencia pedagógica". "Además, en la mesa del diálogo nunca debe faltar el interés por los más pobres, los más pequeños, los más vulnerables. Para interceder por sus necesidades y ser sus amigos, escucharlos, interpretar la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos", pidió.
En el mensaje con motivo del 204º aniversario del 25 de mayo de 1810, Poli también tuvo un recuerdo para los patriotas: "Mientras en la Argentina haya personas que amen sinceramente y se sacrifiquen por el prójimo, como los patriotas de la Revolución de Mayo y el Congreso de Tucumán, podemos recurrir la presencia de Cristo resucitado que nos dice: 'Yo vivo y también ustedes vivirán'".