Un funcionario del Frente para la Victoria no midió sus palabras y desató la polémica. Y también la rabia. En medio de un debate sobre los programas gubernamentales destinados a ayudar a las mujeres en situación de prostitución, el viceintendente de la ciudad de Santa Rosa, Ángel Ceferino Baraybar, dijo que las mujeres que realizan esa actividad lo hacen "porque ellas quieren".
Incluso, pareció justificar que persista la explotación sexual al afirmar que "es la profesión más vieja del mundo". "Hoy la gran prostitución se mueve donde hay muchos millones de pesos. Quiere decir que no es todo por necesidad las que ejercen ese, ese...", agregó el concejal, sin terminar la frase.
Ante la indignación de las concejalas de Santa Rosa, Baraybar contó una experiencia que tuvo con un reconocido cura local, Ricardo Ermesino (ya fallecido), con quien trabajó en un plan que tenía como objetivo capacitar en trabajos y oficios a las mujeres reducidas a la prostitución.
"Fue un fracaso total a pesar de todo lo que pusieron en esas chicas y en esa fundación. No pasó nada", dijo Baraybar. "Incluso el padre Ermesino se fue amenazado porque metió siete prostitutas con siete monjas para curarlas y no pudo. Las siete volvieron a la calle. Y muchas que quieren, como decías vos, venir a cobrar la ayuda y seguir en lo que ellas quieren hacer", agregó.
Luego, el viceintendente, quien también fue juez de paz en su carrera, insistió con su posición en declaraciones radiales al recordar otra anécdota que le tocó de cerca, cuando hacía guardias en un prostíbulo en épocas del servicio militar.
"En aquella época había como una escala en que las mujeres iban descendiendo, porque es un trabajo que desgasta a las mujeres, moral y físicamente, y a medida que pasaba el tiempo cada vez iban más al sur. Muchas chicas incluso con una falta de profilaxis total, a nosotros a los soldados nos reunían y nos daban el profiláctico, todo... una vez me acuerdo que un soldado quedó medio enfermo por no usarlo, estuvo como un mes y pico preso en el regimiento. Era una especie de profilaxis en la que había 300 chicos llenos de vida. En el último año que estuve yo se cerró por un problema con el jefe del regimiento. Pero eso no paró la prostitución, por supuesto", relató.
Y concluyó: "la prostitución no está solamente en la necesidad, porque hay grandísimos círculos, con modelos y qué se yo, con precios más elevados, que viven de su cuerpo. Estoy absolutamente en contra de la trata, nadie tiene por qué vivir de la necesidad de los demás. Si hay chicas a las que les gusta ese trabajo, y bueno, que lo hagan, macanudo... y no se va a terminar nunca. Pero no estoy de acuerdo con el fiolo o los que explotan a las pobres chicas".
Repudio y renuncia
Tras el escándalo, organizaciones que trabajan por los derechos de las mujeres pidieron ayer la renuncia del polémico funcionario de Santa Rosa.
"Sus palabras representan una situación de gravedad institucional extrema, porque no lo dice cualquier persona, sino un funcionario público, que debería renunciar, porque acusa a mujeres muy vulnerables", manifestó Mirta Fiorucci, integrante de la agrupación Mujeres por la Solidaridad de La Pampa.
La titular de la Asociación AKUN, Mónica Molina, indicó que las declaraciones de Baraybar "impactan negativamente en las mujeres" y que son "de extrema gravedad porque vienen de un funcionario público".
El viceintendente "no puede hablar del tema como si fuese una enfermedad", porque "marca un retroceso ante una situación donde, el gobierno nacional y distintas organizaciones hacemos mucho esfuerzo para avanzar sobre los derechos de las mujeres", opinó.
Molina, ex subdirectora de Políticas de Género comunal entre 2008 y 2011, consideró además que las afirmaciones del funcionario "fortalecen los estereotipos, las relaciones de desigualdad, la prostitución y la trata de personas".
La concejala del Frepam, Cecilia Roigé, calificó como "repudiable" las afirmaciones, porque "esas palabras lo presentan como una persona que desconoce la situación real; él cree que la prostitución es un oficio que se hace por gusto".
También manifestó su repudio Cecilia Merchán, referente de la Corriente Político y Social La Colectiva, quien aseveró que "queremos un país dónde todas las personas tengamos igual acceso a los trabajos, que nos reserve otro lugar que no sea satisfacer los placeres de otros, donde se cuestionen estos modelos de masculinidad que avalan la explotación sexual de las mujeres y travestis".