"Periódicamente conocemos por las noticias casos de mujeres que se practican abortos clandestinos que ponen en riesgo su vida y, sin duda, las marcan con una experiencia de dolor y angustia. Cada aborto en el país es una señal de que como sociedad hemos llegado tarde, porque la prevención no tuvo los resultados deseados", afirmó este miércoles la presidente de Chile, Michelle Bachelet, durante su primera rendición de cuentas ante el Congreso.
La mandataria, que asumió hace dos meses, se comprometió a cumplir con 50 medidas en los primeros 100 días de gobierno. Entre ellas se encuentra la despenalización del aborto terapéutico. Ante los legisladores oficialistas y opositores, Bachelet pidió "madurez" para debatir una legislación que autorice el la interrupción del embarazo en casos excepcionales.
"Chile debe enfrentar en una discusión madura, informada y propositiva esta realidad, debatiendo en el Parlamento un proyecto de ley que despenalice la interrupción voluntaria del embarazo en casos de riesgo de vida de la madre, violación e inviabilidad del feto", aseguró.
Miembros del bloque Nueva Mayoría se han manifestado a favor de una discusión más amplia que incluya la despenalización en todos los casos. Sin embargo, al interior del mismo oficialismo también hay reservas.
El senador y presidente de Democracia Cristiana, Ignacio Walker, dijo que defiende "principios", si bien podría flexibilizar su postura en caso de que sólo sea despenalización de esos tres casos y no una "legalización" de los abortos. "Somos partidarios del derecho a la vida, desde la concepción hasta la muerte natural. Por eso combatimos a Pinochet, tuvo tres mil asesinatos, por eso terminamos con la pena de muerte a fines de los años 90 y por eso somos contrarios a legalizar el aborto", dijo a CNN Chile.
Desde la Iglesia y la oposición, las críticas no tardaron en llegar. El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, aseguró que "la vida es el valor fundamental y es el valor que hay que de verdad proteger en todos los ámbitos". Por su parte, el ex presidente Sebastián Piñera hizo llegar su disconformidad a través de las redes sociales. "Debemos proteger la vida y dignidad de todos los niños que están por nacer. No tenemos derecho a decidir quién vive y quién muere", publicó en Twitter. "Parece que hay más cuidado y preocupación por el bienestar de las mascotas que por la vida y dignidad de los niños que están por nacer", remató en otro mensaje.