Las imágenes difundidas por el canal de televisión español muestran al etarra mientras empuja el carrito de su hijo y está acompañado por Irati Aranzabal, quien sería su mujer. Las fotos fueron captadas el 11 de mayo, a las 14:00, cuando Venezuela festejaba el Día de la Madre.
Fue detenido en 1987 y condenado por la Justicia española a más de 3.000 años de cárcel por 25 asesinatos cometidos en 11 atentados terroristas en los años 80, los más duros
del llamado comando Madrid, al que pertenecía.
En 2006 protagonizó una huelga de hambre en prisión. Ante el riesgo que corría su vida, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decidió enviarlo a un hospital del País Vasco durante el malogrado proceso de diálogo con ETA, desatando la polémica en España.
Europa Press detalla que su actual mujer, Irati Aranzabal, es la joven que iba a visitarlo al hospital y con la que fue sorprendido en la ducha durante esa supuesta huelga de hambre con la que en 2006 consiguió la libertad.
Posteriormente el etarra ingresó de nuevo en prisión, de la que salió el 2 de agosto de 2008, tras cumplir 21 años de condena. Ese día, en un acto en su honor celebrado en el País Vasco, se leyó una carta con su firma que contenía expresiones que según la Justicia española podían constituir un delito de enaltecimiento del terrorismo, penado con hasta dos años de prisión. Cuando la Justicia lo reclamó, había salido ya de España.
El etarra viajó a Venezuela para evitar ser extraditado por los tribunales de Irlanda del Norte. De hecho, en enero del año pasado, La Razón publicó que un empresario español había denunciado a Interpol y al Consulado español en Puerto La Cruz (Venezuela) que a finales de diciembre de 2012 se había cruzado con el etarra en un centro comercial de Lechería, ciudad caribeña situada en el estado de Anzoátegui. Allí fue registrado por la cámaras de Antena 3.
Hace años que la Audiencia Nacional de España comenzó a investigar al Gobierno de Venezuela por sus vínculos con el terrorismo. En 2010, cuando el presidente Hugo Chávez aún se encontraba con vida, se reveló los nexos de blivariano con dos peligrosos etarras: Juan Carlos Besance y Xabier Atristain. Ambos reconocieron durante los interrogatorios que en 2008 viajaron a Venezuela a realizar un curso de armas. Otro terrorista, Mikel Carrera, en ese momento, integrante de la cúpula de ETA explicó ante las autoridades españolas los motivos para elegir el país latinoamericano: "Es más seguro que Francia".
Es más, La justicia española también investiga a Arturo Cubillas Fontán, procesado por ejercer de intermediario entre la banda terrorista y el gobierno bolivariano.