"Tres meses de ébola pueden arreglar la explosión demográfica" mundial y detener la "inmigración masiva", sostuvo Jean-Marie Le Pen. Candidato a revalidar una vez más su banca en la Eurocámara, el político francés de 86 años no dudó en exponer sus ideas radicales contra lo que denomina "explosión demográfica mundial" ante un grupo de periodistas y políticos, antes de brindar un discurso en el Palacio de Europa, en Marsella.
"Mis ideas son radicales, incluso infecciosas. Monseñor Ébola puede arreglar todo en tres meses", lanzó Le Pen y destacó el "riesgo de hundimiento" que pesa sobre Francia por "la inmigración y la pobreza en el mundo", que lleva a "un reemplazo de nuestra población".
En el mismo acto, Le Pen, condenado en Francia en una veintena de oportunidades por declaraciones racistas o antisemitas, profundizó su teoría de "inmigración masiva" y apuntó a la comunidad musulmana.
"Este fenómeno de inmigración masiva se agrava en Francia por un hecho religioso: una gran parte de esos inmigrantes son musulmanes, una religión que tienen una vocación conquistadora y más fuerte se siente cuando es más numerosa", remarcó.
Eurodiputado desde 1984, Le Pen, quien participó como paracaidista en las guerras coloniales de Indochina y Argelia, rechazó que ésta sea su última campaña electoral.
"Haré política hasta el final", aseguró y deslizó que en 2015 se presentaría en las elecciones regionales.
De su lado, la más joven de sus tres hijas, Marine Le Pen, también candidata a renovar su escaño y en la actualidad líder del FN, calificó a Marsella de "ciudad de vanguardia", por ser la primera gran urbe en elegir a un alcalde del FN en los comicios municipales de marzo pasado, quien gobierna el séptimo distrito, el más poblado de la segunda ciudad francesa.
"Marsella es el símbolo de que Schengen (el tratado que impuso la libre circulación de personas dentro de la Unión Europea) es un error, una falta, una monstruosidad", declaró antes de insistir en que el FN ganará las elecciones del domingo.
Sube en las encuestas
A cuatro días de la elección, la formación ultraderechista afianza su paulatino pero constante crecimiento al liderar todos los sondeos de intención de voto.
Según una encuesta de Ipsos-Steria, publicada el martes por el vespertino Le Monde, el FN, que promueve salir del euro y retomar el control de las fronteras, ostenta un 24% de intención de voto.
El sondeo pronosticó que los ultraderechistas serán escoltados por el principal partido opositor, la coalición conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), con el 22%; y que el gobernante Partido Socialista (PS), con el 17,5%, volvería a sufrir un revés electoral dos meses después de su derrota en las municipales.
Sin embargo, contrariamente a su hija y a las encuestas, Jean-Marie Le Pen no cree que su partido logrará ganar por primera vez una elección en Francia.
"No vamos a ganar, pero obtendremos un excelente resultado. Entre 15 y 20 diputados, será un suceso increíble en comparación con las tres bancas logradas en 2009", concluyó ante sus seguidores.