El procurador federal Kurt Schrimm, jefe de la oficina encargada de crímenes de guerra nazis, espera entregar los casos a la Fiscalía de estado en dos semanas, para que presente cargos de complicidad en asesinatos. La oficina de Schrimm no tiene poderes para instruir cargos.
El investigador principal, Thomas Will, dijo a la agencia estadounidense Associated Press que fueron identificados y ubicados unos 30 sospechosos, 10 de los cuales ya habían muerto. Los 20 hombres y mujeres restantes viven en Alemania, pero se negó a entrar en detalles. Otros 220 son objeto de investigación, pero no se los ha ubicado.
La Oficina Central de Investigación sobre Crímenes Nazis empezó a investigar a unos 1.000 ex guardias de Majdanek, en la Polonia ocupada por los nazis, donde murieron unos 360.000 prisioneros, en su mayoría judíos. Desde su fundación en 1958, trece años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, ha abierto investigaciones sobre unos 105.000 sospechosos, de los cuales cerca de 6.500 acabaron ante la Justicia, lo que es un balance "para nada frustrante", explicó Schrimm.
Schrimm relata la experiencia de sus recientes viajes por América Latina, uno de los lugares de destino del "exilio nazi", tras 1945, donde fue "estupendamente atendido", pero no logró avanzar en la investigación de ningún caso.
En Argentina se topó con una montaña de 800.000 actas, en su mayoría de personas ya fallecidas; en Uruguay tuvo ante así unas 16.000 actas, también de compleja investigación, mientras que en Chile sí había 4 o 5 casos bastante claros, pero ya muertos.
En Brasil se encontró con la dificultad de la diversificación por todo el país del material por investigar, lo que imposibilitó una labor centrada en actas relacionadas con la inmigración llegada entre 1945 y 1954, ya que muchos entraron con documentos de la Cruz Roja Internacional o camuflados entre los desplazados de guerra.