Trabajadores de Emprendimientos Ferroviarios SA (EMFER) realizaron un piquete en General Paz, a la altura de Miguelete. La protesta se inició minutos después de las 7 y generó grandes complicaciones en ambas manos de circulación.
Los gremialistas que realizaron la protesta responden a Rubén "Pollo" Sobrero, el delegado ferroviario que ayer se había comprometido a acatar la conciliación obligatoria en el conflicto que provocó demoras durante una semana en el Ferrocarril Sarmiento. Pero la paz social duró apenas unas horas y ahora el conflicto se trasladó a otra rama del sector ferroviario.
Los activistas que realizaron la protesta dicen que hay 500 familias que quedarán en la calle como consecuencia del arribo de los nuevos trenes chinos a la Argentina. Voceros de la empresa aclararon a Infobae que está prevista ninguna reducción de personal. Además, el pago de salarios y de cargas sociales está al día. El viernes depositarán los salarios de la quincena.
Alfredo Luque, integrante de la comisión interna de EMFER, había asegurado que tenían bidones de nafta y armas para responder a una eventual represión de la Infantería. Sin embargo el conflicto se destrabó sin enfrentamientos tras una gestión del secretario de Seguridad, Sergio Berni. Los gremialistas liberaron la calzada a la espera de los resultados de una reunión que se realizará en el Ministerio de Trabajo.
Berni llegó en helicóptero. Furioso cuestionó a la doctora Andrade, jueza contravencional de la Ciudad, quien -según las palabras de Berni- no autorizó el desalojo de la General Paz.
"Es una vergüenza, un nuevo papelón de la justicia contravencional de la Ciudad. Hace 45 minutos que estábamos en condición de desalojar y la doctora Andrade está calentita en su lugar de trabajo y dice que no se puede desalojar porque están abiertas las colectoras", declaró Berni.