La crisis del sector automotor se extiende en el tiempo y la preocupación se agiganta, porque los encargados de modificar el escenario no encuentran una solución que le ponga freno a la ola de suspensiones que alcanza a casi todas las compañías y ya afecta a unos 15.000 trabajadores.
La noticia de que General Motors suspenderá a los 2.700 operarios de su planta santafesina durante un día por semana reafirmó que la caída de las ventas en el mercado local y de las exportaciones –especialmente hacia Brasil– no se detiene y potenció la inquietud del mercado. Fuentes de la compañía confirmaron a Infobae que son "suspensiones de la producción y no del personal", porque los trabajadores cobrarán un 100% del salario durante esa jornada.
Volkswagen tampoco es inmune a la problemática que afecta al sector automotor. La compañía de origen alemán tomó la decisión de paralizar la producción de la planta de Pacheco durante todos los viernes de mayo, con la posibilidad de extender la medida a junio.
A fines de abril, la firma había revelado que tenía 15.000 autos acumulados sin vender. Y como el panorama no se modificó, decidió abrir un programa de retiro voluntario y jubilaciones anticipadas con el objetivo de reducir su plantilla.
La planta de Scania en Tucumán –la única que posee la empresa que comercializa camiones y ómnibus– suspendió a los 400 empleados que trabajan de forma permanente en la planta, según declaraciones de Luis Diarte, titular del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) en la provincia. Desde la empresa confirmaron a Infobae que los operarios no trabajarán los viernes de mayo y junio, por lo cual percibirán el 75% de su sueldo.
La planta de Renault, en el barrio Santa Isabel en las afueras de la ciudad de Córdoba, realizó cuatro jornadas de suspensiones en lo que va del año, según confirmó la empresa a este medio. "No tenemos previstas suspensiones para mayo", aseguraron.
La última cesantía parcial fue un viernes de abril, cuando 600 operarios de unos 1.700 que componen la línea de producción fueron suspendidos por la jornada. En ese momento, se había producido un problema con un proveedor de piezas del modelo Clio. Los empleados cobraron el 75% del sueldo de esa jornada, de acuerdo al convenio de la empresa con el sindicato.
La situación de la italiana Fiat es similar: la compañía había suspendido a 2.100 obreros de su planta de Córdoba durante el verano. Y este mes (el viernes 9 y el lunes 12) decidieron repetir la modalidad.
También en Córdoba, específicamente en la localidad de Ferreyra, la empresa de camiones Iveco aplicó suspensiones temporarias del 80% de su plantilla de 600 trabajadores durante abril y mayo, según confirmó la empresa a este medio. Como sucede en los demás casos, es parte de un plan para reducir la producción. Por esta medida, se pagará el 75% del salario.
El ajuste también llegó a Peugeot-Citroën. Fuentes de la compañía confirmaron a Infobae que suspendieron "uno de los dos turnos de nueve horas" de la producción de su planta en Villa Bosch. La medida afecta a 1.000 trabajadores –un 33% de los que están en la línea de producción– que cobrarán un 65% de su salario mensual. Mientras que el sindicato dijo que la medida es por "tiempo indeterminado", desde la empresa proyectaron que las suspenciones se extenderán, en principio, durante mayo y junio.
"Se adaptó la producción a la evolución del mercado interno y de las exportaciones, y desde la empresa evaluamos permanentemente el estado de los mercados", aclararon desde Peugeot.
Preocupación y promesa oficial
El Gobierno se refirió al problema a través del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien, consultado sobre la suspensión de empleados de las automotrices, dijo que "en muchos casos parte de los niveles de afectación (del empleo) tiene que ver con la demanda externa".
El funcionario puso como ejemplo el caso de General Motors y aseguró que las 2.700 suspensiones que la compañía aplicará en la planta santafesina de Alvear son un efecto directo de la caída de las exportaciones a Brasil.
Si bien la caída de ventas en el mercado interno golpea con fuerza al sector, la baja en las exportaciones también afecta a las compañías. Por ejemplo, Renault exporta el 46% de su producción, y 8 de cada 10 unidades que exportan tienen a Brasil como destino.
Para aportar algo de tranquilidad, Capitanich explicó que "se avanza en los procesos de suscripción de acuerdos que permitan integrar la industria automotriz desde el punto de vista de la producción de la cadena con estímulos a la producción de autopartes, el agregado de valor y sustentabilidad en la creación de empleos".
Sin embargo, el argumento que apunta a la caída de las exportaciones como causante del desplome fue rebatido por los datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), los cuales revelaron que en abril el derrumbe se produjo por la caída del mercado interno. En ese contexto, las automotrices aplicaron una medida de emergencia que refleja la situación actual, y algunas fábricas redujeron un 50% el valor de los importados.
Mientras no se encuentra una forma eficaz de contener la sangría, un grupo de legisladores opositores presentó un proyecto que pretende ser una solución: proponen derogar el impuestazo que generó subas exorbitantes en los precios de autos y motos de media y alta gama. El gobierno nacional se había mostrado reticente a modificar el gravamen en reuniones con empresas automotrices, pero tal vez lleguen a un acuerdo hacia el futuro por la situación del sector.