Cristina Kirchner aprovechó la ceremonia que se realizó en el centro porteño en la que se descubrió un escultura en memoria del padre Carlos Mugica para responder las críticas que vertió la Iglesia Católica en un documento en el que sostuvo que la Argentina "está enferma de violencia".
"Cuando hoy me levanté por la mañana y miro la tapa de los diario, vi que alguien resumía o decía que hoy la Argentina es una Argentina violenta y me di cuenta de que querían reeditar viejos enfrentamientos", lanzó la mandataria ante miles de militantes. "No tenemos una sociedad enfrentada de manera violenta", afirmó.
La jefa de Estado cuestionó a los medios y apoyó sus argumentos en la lectura de una encíclica del papa Francisco. "Los que crean que con el título de un diario me van a provocar se equivocan", dijo. La Jefa de Estado pidió, también, que "nadie más permita dividir al pueblo de Dios".
El acto se llevó a cabo en el barrio porteño de Retiro, en el marco del 40 aniversario del asesinato del sacerdote, que según las investigaciones, fue perpetrado por la Triple A. Visiblemente emocionada, la Presidente recordó los orígenes del religioso y su acercamiento a la villa 31.
"Venia de una familia peronista y se hizo anti-peronista en el 54. Recordaba que el que estaba contento por el derrocamiento de Perón y un día fue a un conventillo vio que la gente lo lloraba. Fueron momentos muy trágicos de una Argentina violenta en serio", señaló. "Hubo otra Argentina que comenzó el 24 de marzo de 1976 y se llevó la vida de tantos argentinos, añadió.
Para defender su postura, la Presidente apeló a un exhortación hecha por el Papa Francisco. "Sería tan conveniente que en lugar de ir a sacarse fotos a Roma, la leyeran", dijo. "Quería leerles algunos de estos fragmentos porque me parce interesante reflexionar todo juntos sobre esa Argentina en la que tantas veces nos dividieron", explicó.
Asimismo, reiteró sus diferencias con el documento de la Iglesia y sostuvo que frente a los problemas que aquejan a la comunidad hoy, no tenemos una sociedad enfrentada violentamente". "Antes era una sociedad violenta en serio", agregó. "Estoy absolutamente convencida de que con dar esa lucha porque los pobres tengan una vida más digna estoy haciendo el verdadero homenaje al padre Mugica", remarcó.
Por tratarse de una ceremonia en la Ciudad de Buenos Aires, la Casa Rosada invitó al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. Sin embargo, el líder del PRO no estuvo presente y en su lugar concurrió Cristian Ritondo.
La escultura fue realizada en hierro sobre un fondo blanco. Es una obra del artista plástico Alejandro Marmo, el mismo autor de las figuras de Eva Perón que fueron ubicadas en el ministerio de Desarrollo Social.
El padre Mugica, proveniente de una familia tradicional y conservadora, fue un cura vinculado al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, que trabajó activamente en la Villa 31 de Retiro y fue asesinado en 1974. La intención presidencial es inaugurar, próximamente y en esa misma calle, sobre la plaza Rodolfo Ortega Peña, entre Juncal y Arenales, un mural en memoria de Arturo Jauretche.
La encíclica, por Twitter
Horas después del acto, la mandataria usó su cuenta de Twitter para volver sobre algunos de los pasajes de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium de Francisco que había leído por la tarde. Publicó fotos de las páginas subrayadas de ese texto y añadió palabras de Juan XXIII sobre "el pesimismo estéril".
Y, como suele hacer, estimó por la misma vía que la cobertura de la prensa tendería a interpretar su comentarios como una respuesta a la Iglesia. "Son obvios y aburridos", dijo sobre los medios.