La condición de las instituciones en la Argentina está experimentando un "acelerado deterioro". El país se encuentra en el puesto 134 entre 192 países en el Índice Nacional de Calidad Institucional (ICI) que elabora la Fundación Libertad y Progreso. La posición representa una caída de siete puestos con respecto al año pasado y de 41 lugares desde 2007.
El economista Martín Krause, a cargo de elaborar el índice al que accedió Infobae, indicó que el control del mercado cambiario, las políticas económicas erróneas, el avance sobre la libertad de prensa y la justicia explican "el derrumbe del país" en este ranking mundial. Esta medición anual promedia ocho indicadores internacionales -cuatro políticos y cuatro económicos-, el Rule of Law y Doing Business del Banco Mundial (BM) y el de Libertad Económica de la Heritage Foundation, Transparencia Internacional, el Instituto Fraser y Freedom House.
El respeto del derecho y la libertad económica son las categorías con resultados más bajos para la Argentina, mientras que posee un buen desempeño en el funcionamiento de la democracia. Hace ocho años, el país se ubicaba en el puesto 93.
"Calidad institucional también es calidad de vida", aseguró el consejero académico de la Fundación en una conferencia, quien insistió en la importancia de comparar el índice contra 2007 porque "las instituciones y su calidad no cambian drásticamente de un año a otro". A su vez, Krause señaló que poner en riesgo la independencia y la división de poderes "reducen a papel decorativo las instituciones para alcanzar el consenso, como el Congreso".
El país se encuentra entre las naciones que más cayeron en calidad institucional desde 2007. Igualó en caída de puestos a Madagascar, superó en la baja a El Salvador -que cayó 32 posiciones-, y sólo Kiribati y Micronesia superaron el descenso argentino en el rango.