Varela, el vicepresidente rebelde que derrotó a Martinelli

El presidente electo de Panamá triunfó este domingo con un 39% de los votos. Logró desarmar la costosa maquinaria del oficialismo. Se define como de "centro social" y defensor de los sectores pobres

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 Reuters 163
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Juan Carlos Varela, dirigente del Partido Panameñista y vicepresidente en rebeldía del actual gobierno de Ricado Martinelli, se lanzó en 2013 a la campaña por la presidencia tras romper con su anterior socio y acusarlo de corrupción. Esa decisión le costó ataques e intentos de aislamiento por parte de sus antiguos aliados políticos.

Inspirado en el movimiento social del desaparecido caudillo populista Arnulfo Arias (1901-1988), Varela, de 50 años, está casado con la periodista Lorena Castillo y es padre de tres hijos. Ingeniero industrial egresado del Instituto Tecnológico de Georgia, Estados Unidos, trabajó en la industria de su familia, en la central provincia de Herrera, que exporta licores a Chile y Bolivia.

En sus años de juventud, militó en Panamá en el movimiento religioso jesuita, comprometido con la causa del asesinado arzobispo salvadoreño Oscar Romero. Se define como de "centro social" y se lo identifica como defensor de los sectores pobres.

Varela es miembro fundador del renovado Partido Arnulfista, que en 2005 cambió el nombre a Partido Panameñista. Formó parte del Directorio Nacional desde 1992 hasta 1998 tras participar en la coalición que llevó a la presidencia a Guillermo Endara en 1989.

Al cierre de la campaña política, el 28 de abril, Varela había anunciado que su plan era "instalar un gobierno de diálogo, consensos y unidad nacional que continuará con el progreso alcanzado en los últimos años", pero corregirá los errores con transparencia y rendición de cuentas.

El 25 de agosto de 2013, Varela fue proclamado candidato de la Alianza El Pueblo Primero, integrada por el Partido Panameñista y el Partido Popular (ex Demócrata Cristiano), ambos de tradición de centroderecha, con el respaldo del movimiento liberal Los Gallos de Verdad y sectores independientes.

Hasta 2011, Varela fue también canciller en el gobierno de Martinelli, y su destitución desencadenó la ruptura de la coalición gobernante hasta entonces. A partir de ese momento, intentó un acercamiento con el socialdemócrata Partido Revolucionario Democrático (PRD) para concretar un proyecto opositor de gran envergadura.

El diálogo no produjo resultados concretos, pero Varela continuó en la búsqueda. Pasó a dirigir entonces la oposición al gobierno de Martinelli y consiguió aliarse con el Partido Popular y movimientos independientes.

El dirigente político sitúa entre sus prioridades la recuperación de la democracia frente al autoritarismo, el rescate del sector agropecuario y el saneamiento del sistema de Justicia a través de una Asamblea Constituyente. Auguró que habrá un tiempo de dignidad y esperanza y "más dinero en el bolsillo de las familias panameñas".

Su partido privilegia en su programa la congelación de los precios de 22 productos de la canasta básica familiar para favorecer a los más pobres. La inflación en Panamá ha sido estimada oficialmente en cuatro por ciento, pero economistas independientes duplican esa cifra.

Varela anunció asimismo el plan de Sanidad Básica "100/0": un 100 por ciento de agua potable en 300.000 hogares y cero letrinas en áreas urbanas. En el escenario internacional, Varela propuso restaurar los vínculos con Venezuela. "El restablecimiento de relaciones diplomáticas con Venezuela es una prioridad en mi período de transición, para que el 1º de julio esté presente la mayor cantidad de presidentes de la región en mi toma de posesión", acotó.

El dirigente panameñista afirmó que para garantizar la paz y la estabilidad hay que invertir recursos en el combate contra la corrupción y el despilfarro en el Estado, y ejecutar un plan que devuelva la seguridad en barrios azotados por el pandillerismo juvenil y el narcotráfico.

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