Batalla campal en el este de Ucrania: choques en Odessa dejaron al menos 38 muertos

Nacionalistas ucranianos y separatistas prorrusos se enfrentaron con palos, cadenas y bombas molotov. Las hostilidades ocasionaron el incendio en una oficina sindical de la ciudad. Kiev prepara una ofensiva en la zona

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Treinta y ocho personas murieron este viernes en el incendio de un edificio en Odessa (sur de Ucrania) tras los enfrentamientos entre partidarios del gobierno de Kiev y militantes prorrusos, anunció el Ministerio del Interior ucraniano.

"Al margen de los choques", que dejaron cuatro muertos, hubo "un incendio de origen criminal" en la Casa de los Sindicatos, indicó el Ministerio. "Murieron 38 personas, 30 de ellas intoxicadas por el humo y ocho al saltar de las ventanas", agregó la fuente.

Las secuelas de la tensión entre Rusia y Ucrania no sólo son los movimientos de tropas y los enfrentamientos militares, también la violencia urbana se cobra sus víctimas, como ocurrió este viernes en Odessa, donde una riña infernal, además, dejó decenas de heridos.

Grupos nacionalistas ucranianos, respaldados por hinchas violentos del club local Chernomórets, se enfrentaron con agitadores prorrusos en una escaramuza violenta y descontrolada, en esa ciudad del sur de Ucrania.

Miles de manifestantes con banderas ucranianas y cantando lemas como "El este y el oeste, unidos" marchaban por el centro de la ciudad acompañados por hinchas del Chernomórets, hasta que se toparon con cientos de prorrusos, que se oponen al gobierno de Kiev y que anhelan pertenecer al Kremlin, armados con escudos, palos y cadenas.

Decenas de policías se interpusieron entre ambos grupos y reprimieron con salvajismo, como pudo verse en imágenes de la televisión local, mientras se escuchaban numerosas detonaciones de granadas aturdidoras y se levantaban columnas de humo.

La tensión en la zona es la más crítica desde el fin de la Guerra Fría. La decisión unilateral de Rusia de anexar la península de Crimea luego de un referéndum ilegal, según el derecho internacional, agravó el escenario.

El gobierno interino, salido de una revuelta popular que derrocó a finales de febrero al presidente prorruso Vìktor Yanukovich, rechaza la "federalización", pero apuesta por una "descentralización" importante.

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