Luego de la reunión que mantuvo con el canciller chino Wang Yi, Maduro reveló los principales detalles de su nueva apuesta para tratar de ganar la "guerra económica", tal como la definió, y este martes la dará a conocer en forma completa.
Uno de los principales aspectos de la ofensiva, la segunda en menos de seis meses, es incrementar la producción interna. El sucesor de Hugo Chávez aseguró que "hay que producir más y mejor, destrabar todos los mecanismos inducidos, creados o que existan, que impidan la producción en el país. Tenemos que activar los motores productivos del país a todo nivel".
Otro de los nuevos objetivos del régimen chavista es lograr el abastecimiento pleno. "Para eso hay que terminar de desmontar los mecanismos de la 'guerra económica' que sabotea los productos al pueblo, porque siguen funcionando todos los días", aseguró el titular del Palacio de Miraflores.
Maduro aprovechó la oportunidad para quejarse por el hecho de que sigue habiendo contrabando de extracción hacia Colombia, lo que sabotea los esfuerzos del gobierno venezolano por lograr el pleno abastecimiento.
"El tercer objetivo es el precio justo, porque se ha desatado en algunos rubros nuevamente la locura del capitalismo especulador y parásito", dijo el mandatario, quien agregó: "Tenemos cien años, cien años de parasitismo rentista petrolero, pero tenemos que romper con eso definitivamente".
El jefe de Estado venezolano llamó a los trabajadores, a los empresarios "nacionalistas" y a todos los sectores a sumarse a esta nueva iniciativa en el campo económico, y al mismo tiempo pidió que se aísle a los violentos.
"Llamo al trabajo, al diálogo, a la paz, a que sigamos aislando a los grupos violentos", afirmó, al señalar que el lunes en la ciudad de San Cristóbal, en el oeste del país, un grupo de encapuchados quemó el autobús de un trabajador, al que, indicó, ha ordenado que le den un nuevo vehículo.
Maduro sostiene que es objeto de un golpe de Estado continuo y de una "guerra económica", con el fin de desestabilizar al Gobierno.
Venezuela vive desde hace más de dos meses protestas contra el Poder Ejecutivo, que en algunos casos han derivado en violentos incidentes con un saldo de 41 muertos y centenares de heridos.
Temor empresario
Tras los adelantos revelados por Maduro sobre su nueva "ofensiva económica", el gremio de comerciantes en Venezuela expresó su preocupación por el temor de que se produzca un incremento de multas y sanciones a empresas.
El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) alertó en una declaración que nuevas fiscalizaciones podrían terminar en más sanciones, en relación con anteriores episodios de supervisión llevados adelante con las autoridades públicas.
"Ante el anuncio presidencial y la manera como se han adelantado ciertas acciones fiscalizadoras sectoriales durante los últimos días, Consecomercio considera que, antes que multas y cierres, deberían producirse informaciones y alternativas correctivas para que los comercios no se vean más afectados económicamente", indica el comunicado.
La primera "ofensiva económica" de Maduro fue lanzada en noviembre del año pasado, cuando le ordenó una rebaja de precios a los comercios de ventas de equipos electrodomésticos. Sin embargo, la medida no evitó que la inflación en 2013 terminara en el 56%, una de las más altas del mundo.
A esta medida inicial, que fue puesta en marcha por policías y militares, le siguieron supervisiones en ferreterías, mercados de alimentos y ventas de piezas de automóviles. Pero para esta nueva fase Maduro ya cuenta con la Ley de Precios, Costos y Ganancias Justas, que fue aprobada a comienzos de este año mediante los poderes especiales para legislar que le concedió la Asamblea Nacional (Congreso).
Consecomercio señaló que existe preocupación por los efectos que pueda generar la nueva "ofensiva económica" del Gobierno."Si bien el jefe de Estado precisó que la medida estaría dirigida fundamentalmente a promover acciones concretas a favor de la producción en el país en sus diversas facetas, entre los comerciantes, la inquietud surge a partir de las últimas acciones fiscalizadoras sectoriales que se han estado emprendiendo en diferentes partes del país, que han concluido con sanciones de multa o cierres a establecimientos comerciales", indicó la entidad.
El comunicado agrega que el gremio no se opone a las fiscalizaciones, pero alertó que sólo han producido sanciones y la fijación de "un costo adicional al funcionamiento de los comercios, muchos de ellos pequeños negocios que tratan de sobrevivir en un ambiente económico recesivo".
La institución que agrupa a los dueños de negocios señaló que los procedimientos deben realizarse con respeto a las leyes, a las propiedades y las personas, sin acciones punitivas y que cuando se detecten situaciones irregulares causadas por errores o equívocos involuntarios se conviertan en una amonestación referencial con el fin de su corrección.
"Desde luego, al amonestado le corresponderá cumplir con lo acordado y no reincidir, ya que la reincidencia sí debería proceder como causal para la sanción a que haya lugar", concluye la nota de prensa elaborada por Consecomercio.