Rusia no está preparando una intervención militar en Ucrania, según manifestó este sábado Dmitri Peskov, vocero del Kremlin. "Efectivamente el presidente Vladimir Putin accedió a plenos poderes para poder proteger en caso de emergencia a ciudadanos rusos en la convulsionada Ucrania", señaló el portavoz esta noche por la televisión estatal. "Pero Rusia no emprende nada que probaría planes de ocupación", agregó.
El estacionamiento de Fuerzas Armadas rusas en la frontera con Ucrania, criticado por Occidente, fue defendido por Peskov en otra emisora de televisión como una medida de seguridad. "Rusia será el último país que invada en otro lugar", subrayó.
Tanto la OTAN como Estados Unidos y la Unión Europea, así como la propia Ucrania, habían acusado a Moscú de estar ante un ataque contra la ex república soviética.
Peskov dijo que Moscú está preparado para diferentes escenarios en Ucrania: "Naturalmente que Rusia tiene plan A, B, C y D". Volvió a rechazar que Moscú tenga agentes o soldados en la zona de Donetsk, controlada en parte por uniformados prorrusos.
El portavoz de Putin criticó que Estados Unidos y el Reino Unido no se preocuparon por quién ejerce el poder en Kiev tras "el sangriento derrocamiento".
Asimismo consideró que el eje del conflicto en la ex república soviética es que la población rusoparlante en el este y en el sur del país no tiene confianza en el gobierno prooccidental de Kiev.
Además, Peskov anunció que tomará medidas en caso que Ucrania ingrese a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con lo que se acercaría más a las fronteras de Rusia. Eso sería una clara amenaza y haría tambalear la arquitectura de seguridad europea en su conjunto, advirtió el vocero.
Rusia devuelve a Ucrania seis buques de guerra
Rusia ha devuelto a Ucrania seis buques de guerra que habían sido retenidos desde finales de marzo en el puerto de Sebastópol y el lago Donuzlav, anunció este sábado la Presidencia ucraniana.
Según la fuente, la Flota rusa del mar Negro desbloqueó la salida del lago Donuzlav, donde el mes pasado hundió dos barcos con el fin de que a los buques ucranianos se les acabara el suministro y cayeran en manos de la entonces república separatista de Crimea, ahora territorio ruso.
Los buques, que ha izado la bandera ucraniana en sus cubiertas, se dirigen en estos momentos al puerto de Odessa, la nueva base de la Flota ucraniana del mar Negro.
El Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, junto a su par ruso Serguéi Lavrov en Ginebra
Entre ellos, figura el barco de desembarco "Kirovograd", la corbeta "Vinnitsa", la lancha de la guardia costera "Jersón", los remolcadores "Novoozérnoye" y "Kovel", y el buque cisterna "Górlovka".
La devolución de los buques se produce dos días después de que Ucrania, Rusia, EEUU y la Unión Europea acordaran en Ginebra un documento para estabilizar la situación en el este de este país, donde las milicias prorrusas se han sublevado contra Kiev.
El pasado 15 de abril el Ministerio ruso de Defensa anunció que suspendía la devolución del armamento que Ucrania tenía en la península de Crimea para que Kiev no lo utilice contra la población del sureste del país, de mayoría rusohablante.
"Tememos que ese armamento pueda ser utilizado contra la población pacífica que participa en las acciones de protesta en el sureste de Ucrania", aseguró Anatoli Antónov, viceministro de Defensa, quien matizó que esa medida no afecta a la devolución de buques de guerra y aviones.
Entonces, se informó de que Rusia ya había devuelto a Ucrania 389 blindados, además de ocho helicópteros militares y tres buques de guerra.