Las autoridades ordenaron el arresto del capitán y dos miembros de la tripulación del Sewol, el ferri que se hundió en el suroeste de Corea y dejó hasta el momento 28 muertos y 268 desaparecidos.
"Hemos confirmado que el capitán del Sewol le entregó el timón a la tercera oficial antes de que el barco comenzara a hundirse", explicó el fiscal que encabeza la investigación, Park Jae-eok, en una rueda de prensa celebrada en la ciudad de Mokpo (400 kilómetros al sur de Seúl y 80 al noroeste de donde se produjo el hundimiento).
"Ahora investigamos si el capitán abandonó además la cabina" en el momento del accidente, añadió el fiscal, en declaraciones recogidas por la agencia Yonhap.
La tercera oficial, identificada por su apellido Park, es una mujer de 26 años que trabajaba desde hace cuatro meses para Chonghaejin, la naviera del barco accidentado, aunque tenía otros 22 meses de experiencia en un ferri entre Corea del Sur y China, informó el diario local Chosun.
Según la ley surcoreana, cualquier transbordador de más de 3.000 toneladas (el Sewol es de 6.825) debe tener al timón a un oficial de al menos primer o segundo rango.
La guardia costera surcoreana ha explicado que podría realizarse hoy mismo el arresto del capitán del Sewol, Lee Jun-seok, de 69 años, para someterlo a más interrogatorios.
"Estoy avergonzado", dijo el capitán cubriéndose la cara
Se cree que el ferri podría haber variado la ruta marcada por el Gobierno, y que además habría realizado un cambio de dirección brusco, en lugar de girar de forma gradual en la zona donde se produjo el incidente.
Según expertos este violento giro pudo desplazar parte de la carga hacia un lado y finalmente provocar el vuelco del buque, aunque también se maneja la hipótesis de que fue la colisión con una roca lo que provocó el hundimiento.
Además, se sospecha que el capitán demoró una media hora la orden de evacuación del barco y, según testimonios de los supervivientes, fue de los primeros rescatados y descuidó así la puesta a salvo de sus pasajeros.
Tanto la fiscalía como la policía surcoreana investigan las causas que están detrás del naufragio del buque, de más de 6 toneladas de peso, y que transportaba 475 pasajeros a bordo, la mayoría de ellos estudiantes de bachillerato.
La tragedia ha conmocionado a la sociedad surcoreana, ya que de momento los datos oficiales contabilizan 179 rescatados con vida, 28 muertos y 268 desaparecidos, la mayoría jóvenes estudiantes de 16 y 17 años, que se presume están dentro del barco.