En Santa Fe, Boca jugó mal y no encontró el camino para vulnerar a un Colón que se paró bien atrás y le cerró todos los caminos. Aunque una jugada en el final podría haber cambiado el destino, dejándolo con vida en la pelea del campeonato.
En la última del encuentro, Nicolás Colazo se hizo cargo de un tiro libre en la puerta del área desde el sector derecho. Su remate dio en la mano de Matías Sosa, quien de manera intencional puso su brazo para evitar que el balón se meta en el arco que cubría Germán Montoya.
Para el árbitro del partido, Pablo Díaz, la mano no fue intencional y decidió no cobrarlo. Esto provocó la masiva protesta del elenco visitante, que derivó en la expulsión del ayudante de Carlos Bianchi, José María Castro por protestar de forma desmedida. Con el partido ya terminado, todos los jugadores del "Xeneize" volvieron a acechar al juez, incluso el integrante del cuerpo técnico expulsado que ingresó a increparlo.