Con el envión anímico que significó la derrota del Barcelona ante el Granada, el Real Madrid salió al Santiago Bernabéu con la intención de superar a los catalanes y escalar a la cima de la Liga. En cambio, el Almería necesitaba de una hazaña para salir de los puestos del descenso.
Los remates de larga distancia de Ángel Di María, desde el comienzo del partido, auguraron lo mal que la iba a pasar el conjunto andaluz en la capital ibérica. Además, la incisiva tarea de Gareth Bale, junto a la presencia de Karim Benzema, exigió notoriamente a un Esteban, que se esforzaba para mantener el invicto.
Antes de llegar a la media hora de juego, los de Carlo Ancelotti abrieron el marcador con una excelente aparición del rosarino. El "Fideo" encaró por el sector derecho de la defensa visitante y con un disparo perfecto acomodó la pelota contra el lateral de la red. El 1 a 0 sirvió para tranquilizar los ansiosos deseos de la victoria.
En el complemento, los de la "Casa Blanca" resolvieron el choque de una forma muy prematura. Los gritos del galés e Isco sentenciaron un triunfo, que podría ser más abultado, dado que había demasiado tiempo para que la realeza siga mostrando sus mejores argumentos para embellecer la conquista.
Sin embargo, el entrenador italiano prefirió guardar a sus mejores hombres para preservarlos de cara a la final de la Copa del Rey frente al "Culé". De todos modos, Álvaro Morata, quien reemplazó a Gareth Bale, se mostró con la misma agresividad que el británico y concluyó el monólogo con un 4 a 0 brillante.
La presión quedó en manos del "Colchonero", que jugará mañana ante el Getafe, y deberá sumar para seguir siendo el único líder del certamen. A falta de cinco fechas, la competición española sigue estando abierta y en el desenlace cualquier cosa puede pasar.
Por Fernando Taveira - ftaveira@infobae.com