"Tenemos que ponernos en manos de las autoridades, que en varias ocasiones han resuelto estos casos. Esperamos tener la misma suerte", dijo Luis Pinto en diálogo exclusivo con Infobae América desde Caracas.
"Nos hemos encomendado a Dios todopoderoso, que es nuestro apoyo moral, y creemos que vamos a salir adelante", dice con esperanza el padre de Nairobi Pinto, la periodista de Globovisión que fue secuestrada este domingo por encapuchados, que se la llevaron en un automóvil a las 16:30 tras amenazar y encañonar a la familia en la puerta del domicilio, cuando la joven llegaba de hacer compras.
El periodista mantuvo una comunicación telefónica con Infobae América en la que se mantuvo siempre sereno en sus declaraciones, pero muy esperanzado de que el secuestro de su hija se resuelva favorablemente y regrese a su casa sana y salva.
"Fue algo sumamente rápido y violento", expresó Pinto cuando repasó el instante en que se llevaron a Nairobi, jefa de corresponsales del canal Globovisión. "Tengo muchas expectativas de que, al fin de la historia, las autoridades nos puedan ayudar", dijo el periodista.
Consultado sobre alguna sospecha que pudiera tener acerca de quiénes serían los autores, Pinto dijo: "Para tener algún indicio, tengo que esperar a conocer las primeras investigaciones, porque lo que puedo decir es que es una persona que se dedica a su trabajo. No te puedo decir si hay un enemigo, si es la inseguridad, ni de qué se trata todo esto, porque la información la manejan las autoridades judiciales":
Ante los recientes casos que involucran al Sebin (inteligencia chavista) y a la Guardia Nacional Bolivariana en hechos represión y detenciones, Pinto despejó dudas: "Hasta este momento, yo siento que las autoridades están trabajando y que hay un despliegue" para resolver el secuestro de Nairobi.
En el final de la conversación telefónica, Infobae América le preguntó si tenía un mensaje para las autoridades, los secuestradores o los medios. El periodista venezolano se dirigió a los captores: "Están haciendo un daño irreparable a la familia".
"Quiero rogar a Dios que nos ayude en este trance tan difícil y que Nairobi llegue sana", concluyó Luis Pinto desde Caracas.
Su madre está derrumbada
Más temprano, desde la puerta de su casa, donde secuestraron a Nairobi Pinto, el padre hizo declaraciones a los medios que hacían guardia en el lugar. "¿Qué sentir cuando no sabes dónde está tu hija? ¿Qué ha pasado con tu hija? Estoy atado de pies y manos. Sólo pido a Dios todopoderoso que intervenga y me devuelvan a mi hija sana y salva", afirmó. "Tengo toda la fe del mundo, confío en que las autoridades van a resolver este caso", afirmó el padre de la comunicadora social.
Luis apeló a los raptores y les pidió que
recapaciten: "Quizás no valoran la acción que han cometido, piensen en sus
familias. El dolor que tenemos nosotros en el hogar es incomparable, en otras
oportunidades había escuchado estas expresiones, pero no sabía la magnitud de
lo que sufre un padre, una madre, un hermano".
"Su madre está derrumbada, como toda su familia y sus hermanos"
"Por dentro llevo un candelero de
preocupación, no de rabia, sino de impotencia ante una situación que no se sabe
a qué se debe, no somos gente de bienes de fortuna, somos profesionales.
Incluso, soy profesional del periodismo tal como lo es mi hija. Su madre está
derrumbada, como toda su familia y sus hermanos", expresó.
"Realmente no he visto ni me comentó ningún problema (...) no sé si existe algo, pero creo que no hay ningún tipo de problema", comentó sobre las posibles causas del secuestro.
Nairobi Rosalinda Pinto González se graduó de Comunicador Social en la Universidad Católica Santa Rosa (UCSAR), en el año 2007. Previamente había estudiado en la Universidad Central de Venezuela, pero fue en la casa de estudios de La Pastora donde culminó su formación como comunicadora. Actualmente también cursa estudios de Derecho.
En medios de comunicación, trabajó en Canal i y de allí pasó al el canal de La Florida, donde ejercía como jefa de corresponsalías. También estaba vinculada con labores pastorales de grupos carismáticos.
Según cifras oficiales, la violencia delictiva se cobró, en 2013, la vida de más de 11.000 personas, número inferior a los 16.000 del año 2012. Sin embargo, la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Violencia asegura que los asesinatos fueron cerca de 25.000 a lo largo del año pasado.