La medida tomada por el Gobierno español tiene un carácter cautelar y por tiempo indefinido. Se limita a la exportación de material antidisturbios a Venezuela, a raíz de la violencia que vive el país desde hace dos meses, cuando comenzó una ola de protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro por la crisis económica y la inseguridad, que dejó un saldo de 39 muertos, más de 550 heridos y casi un centenar de denuncias de violaciones a los derechos humanos.
La decisión fue adoptada por la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y Doble Uso (JIMDDU) –en la que están representados los departamentos de Asuntos Exteriores, Defensa, Interior, Comercio o Hacienda– el pasado 6 de marzo, pero no se ha hecho pública, informó el diario español El País.
La JIMDUU, explican, evalúa una serie de criterios a la hora de las ventas del material para uso militar, policial o mixto. Esas evaluaciones comprenden situaciones de inestabilidad interna y la posibilidad de que éste pueda ser empleado para la represión.
La importancia de la medida no es menor, ya que Venezuela es uno de los mayores compradores de las empresas españolas que se dedican a la producción de estos elementos. En el primer semestre del año pasado, último período del que existen estadísticas oficiales, compró "colorantes para la fabricación de artificios pirotécnicos no letales" por valor de 16.016 euros; pero los contratos aprobados y pendientes de ejecución al 1º de julio ascendían a 2,6 millones, más del 50% del total autorizado para todo el mundo de estos equipos, informó El País.
En tanto, en 2012, el Gobierno de Maduro compró por un total de 449.624 euros, correspondientes a "despieces inertes para fabricar artificios pirotécnicos no letales, aerosoles de defensa con pulsador y retardos". Las operaciones autorizadas sumaron 1,69 millones. Los compradores fueron las Fuerzas de Seguridad.
El asunto es tratado con hermetismo por el Gobierno español y la Cancillería, ya que ambos países comparten intereses económicos, como, por ejemplo, la presencia de más de 100 empresas españolas en suelo venezolano.
En el plano social, se contabilizan unos 200.000 españoles viviendo en el territorio bolivariano. De ese total, unos 30 fueron detenidos durante las protestas opositoras por la Guardia Nacional. También, un hispano-venezolano de origen canario, Wilder Carballo Amaya, murió el pasado 24 de febrero de un disparo en la cabeza durante una manifestación.
Ante esta situación, España aboga por una salida dialogada a la crisis entre el Gobierno y la oposición.
Más represión
Incidentes entre estudiantes, grupos armados de civiles no identificados y unidades antimotines dejaron al menos siete heridos este jueves durante una marcha de protesta contra la situación económica en Venezuela, indicaron fuentes estudiantiles.
Los manifestantes, convocados por líderes estudiantiles para protestar por la inflación y escasez, pretendían marchar desde la Universidad Central de Venezuela (UCV) hacia la vicepresidencia del área económica, cuando la Guardia Nacional y la policía antimotines los interceptó en una de las entradas del primer recinto, comprobó un fotoperiodista de la agencia AFP.
Los antimotines y manifestantes se trenzaron en una batalla con piedras, gases lacrimógenos y chorros de agua.
Durante los choques,
. A su turno los estudiantes, algunos encapuchados, golpearon a dos de los motociclistas, constató la agencia de noticias
.
Estos incidentes dejaron al menos "siete personas heridas por contusiones, fracturas y heridas abiertas", informó la dirigente estudiantil Hilda Rubi González y agregó que los lesionados "están todos estables".
Al menos cuatro fotoreporteros y camarógrafos de medios locales fueron atacados y despojados de sus equipos de trabajo, de acuerdo con denuncias de los medios afectados y de organizaciones de libertad de prensa.
Por la noche, el casco histórico del municipio caraqueño de de Chacao, fue nuevamente escenario de enfrentamientos entre un pequeño grupo de encapuchados armados con piedras y las fuerzas antimotines, que respondían con gases lacrimógenos.